Por Marta Colomina
El ministro de Energía, siguiendo al carbón el discurso de Chávez, dice que sobrevendría el caos si EEUU agrede a Venezuela porque no recibiría ni un solo barril de petróleo. Y añadía en tono retador que "Pdvsa no necesita a los gringos".
Afirmaciones desestimadas por el canciller Alí Rodríguez al señalar que nuestro país seguiría garantizando el envío de petróleo a EEUU e incluso aumentarían el suministro, cosa difícil porque Pdvsa apenas produce un millón de barriles diarios (como denuncia el experto Calderón Berti) y el millón y medio restante correspondería a las transnacionales que operan en el país, incluidas las muy satanizadas de la apertura petrolera.
No hay más que dar una mirada al panorama nacional para percibir que el caos reina entre nosotros hace tiempo y ahora con más intensidad no sólo por el dominio obsceno de Chávez sobre unos poderes públicos entregados a su cada vez más ostensible totalitarismo, sino por el desbarajuste administrativo, la corrupción y la ineptitud de su gobierno.
El jueves 10-03, por ejemplo, El Universal titulaba su primera página con unas declaraciones del ministro Julio Montes en las que "proponía tomar parte del IVA y la gasolina para vivienda".
¿Cómo es posible que después de anunciar Chávez que su gobierno construiría 100 mil viviendas en lo que resta del año y que subsidiaría (regalaría) Bs. 19 millones a cada solicitante que gane hasta Bs. 500 mil y 19 más a través de la banca a una tasa del 5,68%, reconozca ahora el ministro que no hay suficientes recursos especialmente asignados para ese fin?
¿Qué explicación puede dar este régimen dispendioso sobre el hecho de que el gasto público en vivienda haya alcanzado en el 2004 el nivel más bajo en 9 años, según indica el Sistema Integrado de Indicadores Sociales, desastre que corrobora el Minfra al reconocer que destinó apenas un 12% de su presupuesto para vivienda?
¿Dónde quedan aquellas ofertas de viviendas masivas, "no como aquellas cajas de fósforos que construía la cuarta república, sino de tres habitaciones", como decía Chávez y no cumplió?
¿Cómo van a satisfacer el déficit de un millón ochocientas mil viviendas si con el porcentaje de la cartera bancaria destinada a ese fin apenas pueden construirse 9 mil?
Cuando Chávez llegó al poder en 1999 un dólar libre costaba 565 bolívares.
Hoy el regulado cuesta 2.150 y el del mercado negro 2.800.
El salario del venezolano se ha depreciado a la mitad del que existía entonces, por culpa de la inflación incontrolada y las sucesivas devaluaciones. Diosdado Cabello, a una pregunta del reportero sobre algunos proyectos que de ser activados solucionarían el grave problema del transporte en los Altos Mirandinos, decía el pasado domingo en este periódico que "el proyecto de La Mariposa es demasiado caro en este momento, sale por $ 560 millones, no es viable".
Pero para esta "revolución" antipatriótica, es más importante gastar $ 500 millones en comprar bonos basura argentinos para enajenar el apoyo de Kirchner ante la OEA, que solucionar los atascos y la miseria de los mirandinos.
¿Y qué decir de los despachos extra de petróleo a Cuba que Fidel tampoco paga, mientras el presidente de Corpovargas reconoce que los fondos para Vargas son deficitarios en 57,5%? ¿Y quién financia a Evo Morales en su costosa lucha contra el presidente Mesa en Bolivia y el anuncio del líder cocalero de extender la "revolución" indígena a Perú y
Ecuador?
El caos financiero se expresa en el déficit fiscal cada vez mayor, a pesar del barril petrolero a $ 43, de la eficacia del Seniat, del realero de las utilidades cambiarias que dislocan la maquinita del dinero inorgánico, la gigantesca deuda interna (más de 24 billones, de los cuales 616,7 millardos
corresponden al primer mes de este año) y la creciente externa (casi $ 27 mil millones, a los que se añadirán los mil millones de bonos en euros y una próxima emisión de $ 1.500 millones).
Y aún así el déficit será superior a los $ 9 mil millones, por ahora.
Chávez nos dejará una Pdvsa en ruinas, sin parte de sus activos (habrá pateado los miles de millones de la venta de Citgo) y una deuda impagable con la que quedará hipotecado el futuro de dos generaciones. Además una corrupción galopante para satisfacer el sueño de extender internacionalmente su revolución:
Pdvsa sólo entregó al BCV el 63% de los petrodólares de 2004 y hay un evidente descuadre entre el BCV y el Bandes. A través de Pdvsa Services se adquirieron 15.388 computadoras laptop, hasta el punto de que las compras en "el exterior están fuera de control y con sobreprecio de un 400%".
Y todo eso mientras el desempleo sube a 17,7% (Cenda), cifras que, como las relativas a la pobreza, son "podadas" estadísticamente por el INE para no asustar a Chávez. Con devaluación e inflación (Cavidea está pidiendo aumentar los precios de los alimentos entre el 6 y el 40%), el aumento salarial se diluyó como sal en el agua antes de recibirlo. "
!Que viva la revolución!". ¿Quieren caos mayor?
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