domingo, junio 20, 2004
Como han Pasado los Años...
Vergonzosa la intervención de Rodrigue Araque, presidente de PDVSA, en el programa de Carlos Croes, con un semblante de pena ajena, precedio a justificar el uso de los excedentes petroleros, para programas populistas indicando que los esquemas legales que rigen la disposición de fondos públicos son un obstaculo para el desarrollo del país. En resumen señaló: la total discrecionalidad sin control formal de los fondos petroleros se justifica!. Pensar que este fue uno de los voceros de la oposición anterior, que hace años atras criticaba la forma oscura como se manejaba la PDVSA anterior, y ahora justifica lo injustificable. NO es solo Chavez el problema! , es la calidad de los hombres que lo siguen lo que se ha transformado en una tragedia nacional.
Carta de Patricia Poleo a García Carneiro
General García Carneiro:
Le estoy escribiendo esta carta apenas minutos antes de presentarme en una fiscalía militar, citada por orden suya para rendir testimonio sobre el caso de los supuestos paramilitares.
Como cada vez que voy a la Fiscalía Militar, me he despedido como si fuera a un viaje largo, de mis padres, mis afectos, y de mi hija. Esta mañana la despedí antes de irse a su colegio y pude mirarla a los ojos. Pude besarla en la frente y toqué su corazón con mi mano derecha, con la convicción que allí dentro, en su mente y en su alma, he sembrado valores.
Y me he despedido así, como si no hubiera regreso, porque sé que esa es la orden que usted ha dado. Ha ordenado mi presidio porque éstá harto de mis verdades. Y se ha encontrado de este lado con alguien que jamás hartará de decirlas. Usted y yo estamos frente a frente en un momento histórico en el que yo he preferido morir antes de entregar mis principios y mi dignidad, mientras usted, que supuestamente ha sido formado para
morir por su Patria, ha preferido la muerte de su honor, y de sus principios. Yo miré esta mañana a mi hija directamente a los ojos, con la frente en alto.
¿Puede usted sostener la mirada de sus hijos, general García Carneiro?
¿Puede usted levantar la cabeza delante de millones de niños venezolanos
cuyo futuro usted pretende desviar?.
A mi bebé de nueve años le he explicado, y ella como la mayoría de los hijos de nuestra Patria ha entendido, que su madre no ha cometido delito alguno, que la mayoría de los venezolanos no cometen delito alguno al defender la Democracia. Lo que le ha costado entender es que a su madre se le persiga por sostener sus verdades. Sin embargo
ellá está clara en que la verdad hay que defenderla por encima de todo.
Me voy a la fiscalía, a enfrentarme con mi verdad a ese fiscal, con la tranquilidad de que si tengo que desaparecer por órdenes suyas de la vida de mi hija, en ella he sembrado el amor por este país,y los principios que estoy segura la acompañarán siempre.
Siempre, aunque yo no esté. Y no tengo miedo de no estar, General, porque nunca me he desviado de mis principios, de la formación que me dieron mis padres, del recto ejercicio profesional que aprendí de mi padre, de la valentía que heredé de mi madre. Usted con su poder puede encerrarme físicamente pero mis ideas traspasarán rejas, paredes y espacios.
Claro que usted nos ha hecho mucho daño. Claro que ha sometido a una angustia inmensa a mi familia y a quienes me quieren. ¿Para qué negarlo?. Pero Dios está por encima de todos nosotros. Viendo.
Yo podré ir presa. Pero ¿podrá usted meter presos a los millones de venezolanos que hemos sido formados en democracia, y que nos negamos rotundamente a entregarle nuestro oaís a usted y sus secuaces?.
Yo, trás la cárcel o fuera de ella, dormiré tranquila. Pero lo que a usted no lo deja dormir, que es la decisión de todos los venezolanos de no permitir el secuestro de nuestras vidas y nuestars ideas, estará siempre libre haciéndole a usted la vida, si es que tiene vida,imposible.
Me despido porque no debo llegar tarde a decir mis verdades.
Dios lo proteja, General.
Patricia Poleo
Le estoy escribiendo esta carta apenas minutos antes de presentarme en una fiscalía militar, citada por orden suya para rendir testimonio sobre el caso de los supuestos paramilitares.
Como cada vez que voy a la Fiscalía Militar, me he despedido como si fuera a un viaje largo, de mis padres, mis afectos, y de mi hija. Esta mañana la despedí antes de irse a su colegio y pude mirarla a los ojos. Pude besarla en la frente y toqué su corazón con mi mano derecha, con la convicción que allí dentro, en su mente y en su alma, he sembrado valores.
Y me he despedido así, como si no hubiera regreso, porque sé que esa es la orden que usted ha dado. Ha ordenado mi presidio porque éstá harto de mis verdades. Y se ha encontrado de este lado con alguien que jamás hartará de decirlas. Usted y yo estamos frente a frente en un momento histórico en el que yo he preferido morir antes de entregar mis principios y mi dignidad, mientras usted, que supuestamente ha sido formado para
morir por su Patria, ha preferido la muerte de su honor, y de sus principios. Yo miré esta mañana a mi hija directamente a los ojos, con la frente en alto.
¿Puede usted sostener la mirada de sus hijos, general García Carneiro?
¿Puede usted levantar la cabeza delante de millones de niños venezolanos
cuyo futuro usted pretende desviar?.
A mi bebé de nueve años le he explicado, y ella como la mayoría de los hijos de nuestra Patria ha entendido, que su madre no ha cometido delito alguno, que la mayoría de los venezolanos no cometen delito alguno al defender la Democracia. Lo que le ha costado entender es que a su madre se le persiga por sostener sus verdades. Sin embargo
ellá está clara en que la verdad hay que defenderla por encima de todo.
Me voy a la fiscalía, a enfrentarme con mi verdad a ese fiscal, con la tranquilidad de que si tengo que desaparecer por órdenes suyas de la vida de mi hija, en ella he sembrado el amor por este país,y los principios que estoy segura la acompañarán siempre.
Siempre, aunque yo no esté. Y no tengo miedo de no estar, General, porque nunca me he desviado de mis principios, de la formación que me dieron mis padres, del recto ejercicio profesional que aprendí de mi padre, de la valentía que heredé de mi madre. Usted con su poder puede encerrarme físicamente pero mis ideas traspasarán rejas, paredes y espacios.
Claro que usted nos ha hecho mucho daño. Claro que ha sometido a una angustia inmensa a mi familia y a quienes me quieren. ¿Para qué negarlo?. Pero Dios está por encima de todos nosotros. Viendo.
Yo podré ir presa. Pero ¿podrá usted meter presos a los millones de venezolanos que hemos sido formados en democracia, y que nos negamos rotundamente a entregarle nuestro oaís a usted y sus secuaces?.
Yo, trás la cárcel o fuera de ella, dormiré tranquila. Pero lo que a usted no lo deja dormir, que es la decisión de todos los venezolanos de no permitir el secuestro de nuestras vidas y nuestars ideas, estará siempre libre haciéndole a usted la vida, si es que tiene vida,imposible.
Me despido porque no debo llegar tarde a decir mis verdades.
Dios lo proteja, General.
Patricia Poleo
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