así reza el titular de una noticia que firma Aira Maya.
¿Cómo es posible que una sociedad moderna meta presa a una mujer por mantener una relación extra matrimonial?
¿Cómo es posible que un Estado en pleno siglo XXI quiera encerrar en una mazmorra al hombre que se acueste con una mujer casada?
Chávez ya no nos sorprende: sabemos de su proyecto y de sus fines.
Pero esta vergonzosa intromisión en la vida privada de los ciudadanos sobrepasa todos los límites que autorizan al Estado a regular las relaciones sociales.
Ni el Estado venezolano ni ningún otro Estado Constitucional puede regular la vida sexual, anímica y amorosa de sus nacionales.
Todo lo cual está protegido por el derecho a la intimidad y la sanción penal de esas conductas, que los diputados han cursado y convertido en Ley,vulnera de forma gravísima la Constitución Nacional.
El derecho a la igualdad ante la ley y el propio a la intimidad se ven violados por lo que consideramos es un intento más del régimen de controlar, más allá de la legalidad y la legitimidad, la vida de los venezolanos y de los extranjeros que aquí residimos.
Quien escribe, nacido en una dictadura militar y crecido en una democracia que hoy es ejemplo en el mundo, cuenta con una modesta formación jurídica que le permite asegurar que la inclusión de estos artículos en el Código Penal, que pretenden terminar con una de las pocas diversiones que les queda a algunos venezolanos, es nula de plena derecho.
Inexistente en el ámbito jurídico. Por violar de forma manifiesta la Constitución, ningún organismo del poder judicial puede aplicarlos. Nulidad radical, nulidad absoluta. Lo grave de este asunto no es, pues, que vayan a encarcelar a nadie por esto.
Es una ley inexistente, que no se puede cumplir, que levantará un escándalo internacional en cuanto sea difundida. Quisiera ver la cara de feministas izquierdistas como Marta Harnecker, Eva Golinger y compañía, cuando deban contestar a la pregunta de qué les parece esta Ley.
Lo realmente grave de este asunto es la pérdida de legitimidad de la Asamblea Nacional en pleno. Parece que los señores diputados se creen autorizados a regular de quien puede o no enamorarse un ciudadano o con quien puede acostarse un vulgar mortal.
¿ Qué más están tramando regular en lo que concierne a la vida íntima de los venezolanos ? Esto es no sólo amoral sino ilegal. Viola gravemente la Constitución, excede de sus atribuciones y pisotea derechos fundamentales de los ciudadanos.
La Asamblea Nacional existe, como todo Parlamento, para dictar normas de protección a la ciudadanía y no para cometer ilegalidades, que es lo que han hecho sus señorías.
Otro punto gravísimo es el papel que en esto hantenido los diputados de oposición. ¿Cómo es posible que no hayan alertado a la ciudadanía ?
¿Cómo esposible que no hayan abierto foros de debate e información contra dicho atentado a la intimidad de todos nosotros?
Diputados como Gerardo Blyde, Ramos Allup, Julio Borges, Alberto Jordán, Leopoldo Puchi, Juan José Caldera, Vestalia de Araujo, y tantos más, no le han dicho aún "esta boca es mía" al país.
¿Acaso se olvidaron que su mandato es representativo? Están traicionado " NUEVAMENTE "al pueblo que los votó con su silencio cómplice?
¿ Va la oposición establecida en la Asamblea Nacional a permitir que se atropelle a los ciudadanos sin mención siquiera de protesta ?
¿Qué es lo que piensan estos señores?. La sanción penal de estas conductas no es una broma ni algo a tomarsea la ligera: es un primer paso del Gobierno, que sigue confundiéndose con el Estado, para restringir y eliminar numerosas libertades individuales.
Una vergüenza es lo que recorre hoy el país con la aprobación de dichos artículos. Quieren aprovechar que una gran parte de la ciudadanía se encuentra moralmente entregada y derrotada y perdió el ánimo de protestar y reclamar sus derechos.
Sin embargo, aún somos muchos los ciudadanos que creemos en el respeto a los derechos humanos y que vamos a defender los nuestros hasta donde sea necesario.
Ciudadanos que no nos vamos a rendir ni hoy ni nunca y que no vamos a permitir atropellos ni arbitrariedades. Ciudadanos que creemos en lalibertad, en la democracia, en el respeto a losdemás y a quienes no nos van a desviar de nuestro camino ni amenazas, ni presiones, ni distracciones ni bozales de arepa. Para todos quienes pensamos así hoy comienza una nueva lucha: la del respeto al individuo, a su libertad de elección personal y a su intimidad.