viernes, mayo 01, 2009

Que hemos hecho mal en Latinoamerica

Palabras del presidente Óscar Arias en la Cumbre de las Américas
Trinidad y Tobago
18 de abril del 2009
Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo.
No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o menos iguales: todos eran pobres.
Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda… y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad.
También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano dispuesto a construir “una Ciudad sobre una Colina”, una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a Estados Unidos.
Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur –en cuestión de 35 ó 40 años– es un país con $40.000 de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos.
¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal. Para comenzar, tenemos una escolaridad de 7 años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá, con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos países solo uno termina esa secundaria. Hay países que tienen una mortalidad infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10.
Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos.
En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra.
En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el siglo XXI, es un sistema de valores equivocado. Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población del mundo –en un planeta que tiene 2.500 millones de seres humanos con un ingreso de $2 por día– y que gaste 13 veces más ($1.300.000.000.000) en armas y soldados.
Como lo dije esta mañana, no puede ser que América Latina se gaste $50.000 millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro? El enemigo nuestro, presidente Correa, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas.
Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los sesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los latinoamericanos. Y yo, lamentablemente, coincido con ellos. Porque mientras nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre todos los “ismos” (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo...), los asiáticos encontraron un “ismo” muy realista para el siglo XXI y el final del siglo XX, que es el pragmatismo . Para solo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas que lo habían acompañado en la Larga Marcha: “Bueno, la verdad, queridos camaradas, es que mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones” . Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que “ la verdad es que enriquecerse es glorioso ”. Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás.
La buena noticia es que esto lo logró Deng Xioping cuando tenía 74 años. Viendo alrededor, queridos Presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los 74 años. Por eso solo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer.
Muchas gracias.

Dignos e indignos

Por Claudio Nazoa

En los países comunistas se pasa de digno a indigno sin que los dignos
o los indignos se den cuenta de en qué momento eran dignos y cuándo se
convirtieron en indignos.

Junto con dos artistas cubanos, talentosísimos y mejores personas, fui
invitado por un alcalde a un país de América para realizar una
presentación en el marco de las fiestas patronales de un remoto y
pequeño pueblo.
Siempre que los humoristas y comediantes venezolanos nos presentamos
fuera, nos sentimos estresados porque tememos que nuestra forma de
expresarnos no sea entendida. Hemos aprendido que si alguien es bueno
en su país tiene posibilidades de tener éxito fuera, tal como ocurrió
hace dos años en una competencia internacional humorística en Buenos
Aires, donde participaron comediantes de toda América. El primer lugar
lo obtuvo Laureano Márquez, el segundo, Emilio Lovera. Esto dice mucho
del alto nivel que en la actualidad tiene el humor y la comedia en
Venezuela.
Pero el caso del cuento de hoy no es la calidad de los comediantes
venezolanos. No.
Se trata del miedo. El terror que causa ser ciudadano de un país como
Cuba, donde existe una dictadura. Terminamos con éxito nuestra
presentación en el pequeño y frío pueblo y, para nuestra sorpresa, nos
enteramos de que entre el público se encontraba el cónsul de Cuba.
¿Qué hacía allí el señor cónsul? Quién sabe. Él se acercó amablemente
a saludarnos.
Luego, el alcalde nos invitó a cenar comida típica.
Nos sentamos en una larga mesa y la estábamos pasando muy bien hasta
que el cónsul, entre otras cosas, dijo que estaba organizando círculos
bolivarianos. Juro que traté de hacerme el pendejo y no opinar para no
echar a perder la velada y no comprometer a mis amigos cubanos. Como
no opinaba nada, el señor cónsul me preguntó directamente qué me
parecía Chávez.
Mis amigos cubanos me miraron con terror porque intuían mi respuesta.
Traté de mantener la calma y, para no ser rudo, dije que me encontraba
en la acera de enfrente del Gobierno. El cónsul, molesto, respondió:
“A ti RCTV te lavó el cerebro. Explícame por qué no te gusta la
revolución venezolana”.
Luego de una gran tensión, di una respuesta no necesariamente
política: ­Señor cónsul, a mí me gusta cepillarme los dientes con
crema dental. Me gusta bañarme con un oloroso jabón. Me encanta el
papel toilette suavecito y me horroriza imaginar que mi hija, después
de estudiar y graduarse en la universidad, tenga que prostituirse con
turistas para comprar toallas sanitarias.
Los amigos cubanos casi se desmayan, y el funcionario y sus compañeros
trataron de intimidarme preguntándome cómo me llamaba y en qué parte
de Venezuela vivía. Con orgullo dije que Venezuela todavía no es Cuba,
y en un papelote que servía de mantel anoté mi nombre, mi teléfono
privado y mi dirección.
Oportunamente intervino el alcalde y nos calmó proponiendo un brindis
por la amistad y la democracia.
Más tarde, en el hotel, mis amigos cubanos, aún asustados y en voz
baja, me felicitaron por hacer lo que ellos siempre habían querido
hacer.
Estaban aterrados, con miedo de que el cónsul pasara el chisme de que
ellos eran mis amigos, cosa que creo ocurrió, porque, y ojalá me
equivoque, siento que desde ese día, ellos se alejaron de mí a pesar
de la larga amistad que nos profesamos.
Conclusión: Venezuela nunca será como Cuba porque tenemos dignidad.
Aquí lo que nunca tendremos es miedo.
¡Pa’lante, es pa’lla!

domingo, abril 26, 2009

Bienvenido a su celda Gral. Baduel


Por Mario Iván Carratu Molina.

Ilústres amigos: conocida la notícia de la detención, por parte de la DIM, del Gral. Raúl Isaías Baduel, surgen en la mente recuerdos cercanos, que vale la pena comentar... si no fuera por la terrible y diabólica acción del régimen, de sabotear, perseguir y encarcelar a los opositores que estiman de mayor peso, uno hasta podría decir, que BIEN MERECIDO SE LO TIENE ESTE ENIGMÁTICO MILITAR...

Como todos recordamos, fué Baduel quien se encargó de colocar de nuevo en el poder a HRChF, en los sucesos de Abril del 2.002, y no fué por inocencia, ignorancia, ni por ser un INSTITUCIONALÍ STA... no !!!.
La historia se ha contado y repetido hasta la insaciedad, por parte de los personeros del régimen, que TODOS LOS PROSTITUTOS DÍAS, desde ese entonces, alguién declara, algo sobre "EL GOLPE DE ESTADO DEL 2.002", y los líderes de la oposición, lo aceptan, no replican LA VERDAD, la cual sin haberse elaborado mediáticamente, surgía de manera espontánea, desde la madrugada del 13, cuando el alto mando militar comunicó que le habían solicitado, ante los sangrientos hechos del día previo, la renuncia a Chávez, la cual había aceptado.

Todos estábamos confundidos, incluyendo los medios de comunicación. .. nadie sabía como reaccionar ante lo que sucedía, y miéntras algunos con una sensación de paz interna, de felicidad, escuchábamos la versión de nuestro Himno Nacional, en la voz y piano del pana Ilan Chéster, los reporteros mostraban como un grupo de la PTJ (no se si ya le habían cambiado el nombre por CICPC), dirigidos por el comisario Dao, visitaban los edifícios aledaños a Pte. Llaguno, a nivel de la Av. Baralt, y mostraban las armas largas encontradas en los despachos de Aristóbulo Isturiz, de María Urbaneja, la Alcaldia Libertador, y el Hotel Edén, entre otros... se acuerdan ?. Obviamente las armas utilizadas, desde instalaciones gubernamentales por francotiradores, en el sítio donde hubo la mayor cantidad de muertes y heridos, que según expertícias legales, muchas fueron causadas por proyectiles con un trayecto descendente. Será que el Gral.

Baduel no se enteró de estos hallazgos, como tampoco que ante la REALIDAD, UN VACÍO DE PODER, POR LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE, su colega Vásquez Velasco, comenzó a ubicar al Vice-Presidente (escondido), al Presidente de la Asamblea Nacional (escondido), al Fiscal (escondido), y solo encontró al Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el Dr. Rincón, quien le comunico al Gral., que si no había quien se encargara de la transitoriedad, el podía hacerlo... fue eso un golpe de Estado?... que bolas, y me perdonan el término !!!

Baduel, siendo un individuo que conocemos en el argot popular como "azorratao´", se hizo el "gü....", por no decir, de la vista gorda, y en vez de apersonarse en la capital, para sacar de Miraflores a Carmona y los oportunistas que suscribieron aquel nefasto manifiesto, y ayudar a reestablecer el orden con los elementos que la Constitución establece para la transitoriedad, pues no!!!. Se quedó en Maracay, armando la retoma del poder de su hermano del alma, y esa acción de este Gral. que ahora se encuentra traicionado por el mismo monstruo que alimentó, le ha costado a este País cosas muy grandes durante los años siguientes, en los cuales el régimen ha destruido las Instituciones, incluyendo la Militar, de la cual el luego también se hizo el pendejo, porque lo hicieron en sus narices cuando fue Ministro de la Defensa... las acciones del enigmático militar, cuyo aspecto no le ofrece confianza a nadie, ni antes ni ahora, han permitido de HRChF, quien renunció a su cargo, se perpetúe en el poder, y destruya a Venezuela como lo está haciendo, Nacional e Internacionalmente.

De no ser esta una "comiquita" nueva, este alcahuete militar debe tener un escarmiento, por traición a Venezuela, y corresponsable del llanto y la tristeza de todos sus conciudadanos. .. los que lloran, y los que mas tarde, porque aún siguen soñando en las bondades de esta robolución, llorarán. ¡ BIENVENIDO A SU CELDA GENERAL VAGABUNDO !..
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Publicado por Iván Ballesteros en: www.plomoparejorcr. blogspot. com