jueves, octubre 06, 2005

Wayuú Turismo y Circo

“...Fitcar, la exposición de mentiras que arranca hoy en La Carlota, y cuya imagen es una modelo que tiene todos sus reales en el exterior, que creó una fundación buenísima para evadir impuestos, que no ‘disfruta’ de las mieles chavistas que nos han impuesto en Venezuela porque vive en el Europa, y que por unas lochas –para esto siempre serán unas lochas- presta su imagen para promover irrealidades en un país donde los niños se están muriendo de hambre...”

Patricia Poleo, El Nuevo País, 6/10/05

Mientras la politiquería se lleva todos los titulares, protagonizados por una cantidad de marionetas gesticulando al compás que toque el titiritero improvisador, los intereses personales se venden con el descaro de la impudicia. Una cosa es el discurso público que algunos asumen para “salvar cara” (o ganarse unos realitos) y otra es la cruel realidad que repta cual culebra ponzoñosa envenenando al país. Aquí el juego político es un laberinto de cartas marcadas que por debajo de la mesa se reparten billetes y manotazos que harían sonrojar a la sexualidad.

Ya estamos acostumbrados a que una cosa dice el presidente en sus delirios psicotomiméticos y otra la que pasa en la realidad. Si está en Guayana, promete acabar con las transnacionales que depredan el ambiente y se llevan las riquezas; y si está en la Sierra de Perijá promete lo mismo pero adornándolo con la defensa indígena. Y lo que pasa en la realidad es al revés. El denominador común pareciera ser que les importa un carajo lo que digan y menos lo que suceda. Veamos, por ejemplo y más allá de la cotorra hueca, la acción depredadora y antinativa con que se está explotando el carbón en la Sierra de Perijá.

Dentro de los shows presidenciales, que se montan semanalmente a montones y donde el sol sale sólo en él, hubo uno escenificado para los indígenas Barí y Yupka en el municipio Machiques, Perijá, donde dijo que revisaría las concesiones carboníferas y que acabaría con quienes atentaran contra el ambiente y los indígenas. Pero lo que se ha hecho es abrir las minas y desalojar a las comunidades, a pesar de que una comisión gubernamental recomendó al presidente no abrir las minas de carbón aguas arriba de las represas en el río Socuy (que aporta el 60% del agua a Maracaibo), ya que más de 2 millones de personas quedarían sin agua (y no hay fuentes alternativas).

Pero, además, el general retirado Martinez Mendoza es presidente de Corpozulia y de Carbozulia y él también marcha adelante con furia en este “indigenicidio”. Resulta que en esta subregión guajira (municipios Mara, Páez, Padilla) hay carbón para 60 años (7 mil millones de toneladas) que significarían 350 millardos de dólares. Chávez firmó un convenio con el gobierno de Lula (hoy atacadísimo por la corrupción) para la entrega del río Socuy a la gigante empresa minera Vale Do Rio Doce, incluidas las tierras de los Wayuú, siembras, cabras y chivos.

(Honor a quien honor merece: esta “integración” Venezuela-Brasil no se ha dado gracias a la resistencia indígena y la ONG “Sociedad Homo et Natura”, de la cual es miembro el antropólogo zuliano Lusbi Portillo, cuya pelea es contra el anuncio del general retirado Martínez Mendoza según lo cual la explotación del carbón en la mina del Socuy comenzará en enero del 2006. Esta gente, ecológicamente consciente, está amenazada de agresiones varias, y “si ocurre alguna muerte o agresión contra la comunidad o contra los ecologistas, hacemos responsable al presidente de la República”, dicen.)

El mensaje de este asunto es que esa explotación minera afectará las tierras no solamente de los Wayuú, también de los Barí y Yupkas. Y esta gente está siendo “ablandada”, con camiones repletos de guardias nacionales, que aterrorizan y exigen el desalojo (“o les quemarán las casas”). A los indígenas los han golpeado, esposado, amarrado y torturado. Al Wayuú que no sepa el número de su cédula se la rompen y lo ponen preso (un indígena, José Manuel González fue a la Fiscalía y a la Defensoría del Pueblo a mostrar el ojo que casi pierde por la paliza que le dieron).

Mientras a los indígenas los reprimen y amenazan de muerte, como consta en el cajón del olvido gubernamental, la Guardia Nacional escolta, defiende y protege a los pudientes (como la empresa irlandesa Carbonífera Caño Seco), crea el Teatro de Operaciones Nº 4 con 5 mil efectivos, supuestamente debido a la construcción futura del gasducto transgüajiro que irá hacia Colombia, América Central, México y Estados Unidos. Este gasducto es exógeno, obedece a una planificación pensada y aplicada desde el exterior, respaldada por una batería de transnacionales.

Los Wayuús de la zona no están promoviendo al turismo bolivariano, como hace la Wayuú Patricia Velázquez, ya que están descubriendo que la Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos Indígenas es letra muerta, como bien lo confirma la procuradora Marisol Plaza al decir que esta ley está limitada debido a que el gobierno puede abrir las minas cuando quiera. Tampoco hay mucha esperanza cuando la Misión Guaicaipuro del Ministerio del Ambiente prohibe a los indígenas demarcar las tierras de sus territorios. En cuanto a la Wayuú Velázquez, es una lástima que ni siquiera la saquen bonita en las cuñas turísticas bolivarianas…

por Alberto Rodríguez Barrera

Manos arriba y sal de aquí

Por JURATE ROSALES

Al tratarse de magnates a escala mundial, la pérdida de unos silos para la Polar o de un acopio de tomates para la Heinz no es el fin del mundo ni para ellos ni para nadie, pero el camino abierto hacia la abolición de la propiedad privada, sí lo es.

Se trata de billonarios que aparecen en la selecta lista de los más ricos del mundo en la revista Forbes, el venezolano Lorenzo Mendoza, dueño de la Polar y Teresa Heinz esposa del fallido candidato presidencial norteamericano John Kerry, dueña de las empresas Heinz en USA y en los 5 continentes.

Unos silos de la Polar en Barinas y una procesadora de salsas de tomate Heinz en Monagas fueron intervenidos en Venezuela manu militari y la exigencia oficial es que esas empresas incluyan en su mesa directiva a un 75% de representantes de... ¿los invasores?

El sistema es el que ya se utilizó para someter a la Fuerza Armada,cuando oficiales emblemáticos en cuanto a su liderazgo o capacidad técnica, como el general Carlos Alfonso Martínez de la Guardia Nacional o el General Francisco Usón del Ejército, son encarcelados y condenados. La lógica es que todos los demás deben pensar “si se lo hacen a él, que no harían conmigo”.

De hecho, las fracciones intervenidas de la Polar y la Heinz son parte de un proceso de nacionalización, como el que privó cuando fueron invadidos los hatos de El Charco y Piñero, el primero propiedad de una transnacional británica y el segundo de la emblemática familia Branger. Una vez dado el ejemplo atacándose a los más pudientes, sigue en escala descendiente la invasión de decenas de hatos de diverso tamaño, o el anuncio de la lista de 700 empresas que serán “nacionalizadas” y transformadas en cooperativas.

La lógica es simple: si la Heinz o la Polar no han podido defenderse,menos lo intentarán los que son mucho más débiles. Es un “manos arriba y sal de aquí” que empieza en forma selectiva y luego pasa a ser generalizada Operación miedo La clave de los regímenes comunistas del pasado y del cubano en el presente es un buen manejo del miedo. Nada es casual y los métodos de sometimiento son un arte que ha sido refinado primero por la KGB, luego por su alumno, el G-2 cubano, y ahora es aplicado por el gobierno de Hugo Chávez.

Se utiliza en todas las escalas empezando por el ciudadano común, quien debe saber que es vigilado, que para ello se prepara el control computarizado de su hoja de vida y un sistema de milicias en cada rincón del país (para ello se proyecta una nueva cedulación y está la recién aprobada Ley de la Fuerza Armada). La nacionalización de la tierra y las empresas, también empieza, como ya se ve, con la muestra de indefensión de los más fuertes, para que sirviesen de ejemplo a la hora de someter a los débiles.

Cuando llegue el momento (¿después de las elecciones presidenciales del 2006?) de la nacionalización de todos los bienes en manos privadas -cuenta bancaria, casa o terreno-, ya la población estará acondicionada para saber que no puede resistir. Lo interesante es que todo se hará “legalmente”, con leyes aprobadas por un parlamento de mayoría oficialista, pero cuya elección ya habrá sido legitimada este próximo mes de diciembre por la participación en las elecciones de los partidos de oposición.

Si alguien duda de que el plan es acabar con toda propiedad privada, bastaría que eche un vistazo a los llamados “documentos de propiedad” que el gobierno entrega a quienes reciben una parcela, sea de campo o el terrenito donde está su rancho. Lo que se entrega no es la propiedad, sino el usufructo de ese terreno.

La propiedad, por lo tanto, es del Estado. No hay improvisación En los siete años que tiene Hugo Chávez ejerciendo la Presidencia,nunca mintió cuando habla de lapsos en el avance del sistema que tiene previsto para Venezuela. Habló de la “profundización” de la revolución a partir del 2005, de un plan escalonado hasta el 2021 y del período de”transición” que es el actual. No se ha aprobado ninguna ley que no fuera el marco legal preparado para regir después del período de transición.

Cuando un renglón acusa resistencia, como ocurre con la Ley de Educación, simplemente coloca esa futura Ley en el congelador para volver a sacarla cuando la población ya será menos dada, o menos capacitada, a resistir. Cada ley y cada nueva imposición se aprueban por turnos, en el momento preciso en que su avance percibe menos resistencia en la población.

Actualmente, cuando unos ciegos, sordos e idiotizados partidos políticos creen que se la comen participando en las próximas elecciones legislativas el régimen aprovecha esa debilidad para atacar las empresas privadas con un globo de ensayo contra el cual Fedecámaras, también idiotizada con promesas hechas públicamente a la nueva directiva, no cree necesario luchar a fondo.

No entienden que no se trata de magnates como la Polar o la Heinz, capaces de resistir eso -que para ellos es menudencia- y mucho más. Se trata de un principio, el de la propiedad privada, que cuando se abandona, es como un dique roto para dar paso a la inundación. Si la práctica demostrara que al abandonar el principio de la propiedad privada se logra una más equitativa distribución de la riqueza, pues, bienvenida sea, pero la práctica ha probado centenares de veces que sólo se logra incrementar la pobreza.

Aúnque pensándolo bien, cabe recordar que la pobreza es otro importante instrumento de poder en los regímenes comunistas que insisten en llamarse “socialistas” (y en este caso quiere llamarse “socialismo del siglo XXI”). Sólo una población agobiada por las necesidades y dependiente de las dádivas oficiales, adquiere la obediencia pasiva que el régimen necesita.

Sobre eso, son muchas las pruebas que nos brinda la historia: Stalin sometió a los pequeños terratenientes cuando mandó a quemar sistemáticamente el trigo cosechado en Ucrania, creando una hambruna que cobró millones de vidas, lo que le permitió nacionalizar toda la propiedad privada de las tierras y someter al campesinado durante los siguientes 60 años. Fidel Castro aprovechó con alegría el bloqueo norteamericano para imponer el hambre y las libretas de racionamiento.

Chávez reemplaza las libretas por Mercal -gigantesco distribuidor de comida subsidiada-, pero para que éste cumpla su rol de centro de dádivas, necesita destruir la competencia, que es la empresa agroalimentaria privada. La primera carga de caballería en esa guerra de largo alcance, se dirigió hacia la harina de maíz de la Polar y la salsa de tomate de la Heinz. Si alguien cree que esa escogencia es mera casualidad, que se baje de esa nube y empiece a ver lo que vendrá después.

domingo, octubre 02, 2005

Bravo! Muchachos Venezolanos


El viernes 23 de septiembre del 2005, en horas de la noche, la Orquesta Juvenil Venezolana se presentó en la Casa de Beethoven en la Ciudad de Bonn, Alemania.

La orquesta integrada por 240 jóvenes músicos bajo la batuta del joven y talentoso director Gustavo Dudamel, ofrecieron a los presentes una esplendida muestra de calidad y entusiasmo, con interpretaciones que abarcaron desde la Séptima Sinfonía de Beethoven, pasando por obras de Camille Saint-Saëns, Juan bautista Plaza, Arturo Márquez, Oscar Lorenzo Fernández y Silvestre Revueltas.

Al final del evento, el director Gustavo Dudamel recibió, de parte de la Directiva de la Casa de Beethoven, el "Anillo de Beethoven", reconocimiento que sólo pocos grandes maestros del mundo han recibido.

Un venezolano presente durante el evento, nos envió una crónica de su experiencia durante el concierto que merece ser leída, para reconocer que los venezolanos no nos parecemos a ningún otro pueblo en este planeta, no solo por nuestra peculiar forma de ser y de comportarnos, sino por la inmensa capacidad de superar las expectativas y obstáculos que enfrentamos. En hora buena, Orquesta Sinfónica Juvenil Venezolana

Disfrútenla ¡.

EMOCIONANTE... desde Bonn!!!

Puedo decir que anoche cogí una pea emocional. Oír a la “sinfónica juvenil Venezolana” tocar a la séptima de Beethoven a dos cuadras de la casa natal de Beethoven, rodeado de alemanes en su mayoría canosos fue difícil de soportar sin que las lagrimas y los mocos se hicieran presentes.

Me había llevado una bandera de Venezuela (sacada del kit de las marchas) y era evidente que era casi el único venezolano en una sala de conciertos apropiadamente llamada Beethoven Hall.

Pero aquello era mucho mas que una interpretación de la séptima de Beethoven; yo se que nosotros los venezolanos somos muy dados a usar los superlativos, pero puedo afirmar con propiedad que cualquier superlativo se queda corto ante aquella interpretación de Beethoven.

La orquesta sonaba tan impecable, las paradas y los arranques eran tan exactos, que realmente al cerrar los ojos como me comento un alemán en el intermedio, era tal cual como oír a la sinfónica de Berlín en su exactitud pero con mucho más entusiasmo y energía.

Beethoven estaba vivo, y venia de Venezuela y de manos de una pandilla de carajitos dirigidos por otro carajito que se las trae pues de Gustavo Dudamel no cabe duda decir que formara parte en el futuro de los grandes directores de la historia de la humanidad.

Evidentemente como venezolano estaba prejuiciado al final del concierto en los camerinos, (por supuesto que me metí) la radio de Bonn estaba entrevistando a un experto crítico alemán, director de una casa discográfica.

Luego de su entrevista, conversé con él y le pregunte directamente si técnicamente eran buenos los muchachos. Sus respuestas fueron contundentes: tengo treinta años o más oyendo e incluso formando parte de orquestas en Alemania y te puedo decir que técnicamente están a mejor nivel que, digamos, la sinfónica de Viena.

Nunca antes había visto al público Alemán volverse loco como lo han hecho hoy. Los alemanes no son así. Aplauden y ya. Rara vez los he visto aplaudir en el intermedio pero lo de hoy es insólito. Esta gente no aplaude por diez o quince minutos a alguien que simplemente toca bien.

Esto ha sido apoteósico. Es la mezcla perfecta de entusiasmo, energía, con perfección alemana.

Si la séptima de Beethoven los dejo estupefactos, Saint Saëns les aclaro que no solo interpretan a Beethoven bien. (Por cierto esta pieza de Saint Saëns es para órgano y orquesta y el Beethoven Hall tiene un inmenso órgano con tubos adosados en las paredes así que se pueden ustedes imaginar que, en mi caso, la quijada tocaba el piso.)

Luego vino la locura total pues interpretaron una obra de un mejicano que esta basada sobre una conga. La orquesta no solo toco sino que bailo, si bailo e hicieron piruetas.

Los aplausos ya no eran solo aplausos. Los alemanes gritando, viejitos y viejitas gritando y brincando. Los Beatles ??? Los tres o cuatro venezolanos comenzamos a pedir a gritos el alma llanera, los alemanes nos oyeron y decidieron imitar el sonido y pedir ellos también el mismo plato sin saber lo que era.

Lamentablemente no tenían la partitura y volvieron a interpretar la conga.
Me alegro pues de haber tocado el alma llanera me tiro por el balcón.

En la mañana había ido de visita a la casa de Beethoven. La vista se me enturbio en el jardín de aquella casa. Comprendí que no había ido de visita sino de peregrinaje, a darle gracias por todo lo que nos había dado.

Un abrazo para todos

totonio