lunes, octubre 15, 2012

Que pasó el 7 de Octubre

por Marta Colomina

No hubo fraude en el sentido de que votos de Capriles fueron trasvasados a Chávez, o que las máquinas cambiaron las cifras. "Fraude" no sería la expresión adecuada para definir la monstruosa operación seguida por los poderes públicos el 7-O, sino, golpe de Estado. "Todo el aparato del Estado contra mí" dijo Capriles cuando reconoció su derrota.

Después de su magnífica campaña, Capriles no compitió el domingo con un Chávez desgastado por su enfermedad y su mal gobierno, sino con el fuerte, adinerado e inescrupuloso Estado venezolano.

No fue solo el ventajismo previo del CNE de añadir nuevos centros electorales cuestionables: los obstáculos inhumanos a los venezolanos en el exterior; o cohonestar las cadenas y mensajes de la Ley Resorte devenidos en publicidad electoral para Chávez. Tampoco que el viernes 5-O Chávez pagase el bono vacacional a empleados públicos y damnificados o que en solo 8 meses de este año se gastasen más de 15 mil millones en las misiones (200% más que en 2011).

 Se trata de la "macolla" formada el 7-O entre todos los poderes del Estado (incluidos el CNE y la FAN) para impedir el triunfo de Capriles y poner en marcha un plan que permitiera obligar a votar por Chávez a electores remisos, bien por vía de la coacción o del soborno.

¿Qué pasó con los resultados en la noche de las elecciones venezolanas? Se preguntaba el ABC de Madrid, después de publicar el día anterior el exitpoll que, a las 5 pm, daba ganador a Capriles por 5 puntos. En el foro de los encuestadores (UN) para analizar el 7-O, el vocero del IVAD reconocía que "según las exitpolls,

Chávez comenzó arriba fuerte, luego se emparejó la situación, y después de las 5 se abrió". A las 5 pm no estaba "emparejada" la situación, sino que ganaba Capriles, de ahí la sonrisa de Briquet y la preocupación del chavismo. El Gobierno comienza la operación remolque en todo el país. Los coordinadores de Centro del CNE tenían las listas de votantes identificados: PSUV, beneficiarios de misiones, contratistas, funcionarios, becarios y otros.

A las 5 pm los militares afectos al régimen daban por perdido el Gobierno. Los autobuses de Pdvsa en Plaza Venezuela listos para transportar electores, seguían vacíos. Hasta que, con la información de los coordinadores de los centros electorales, comenzó una febril captura liderada por los tentáculos del Estado. El PSUV y militares armados, provistos de vehículos del cuerpo, llegaron a los cerros y barriadas lista en mano, para llevarse a quienes no habían votado, con amenazas de que perderían sus prebendas El estímulo de Bs. dos mil por voto movió a muchos. Los milicianos multicedulados podían votar en varios centros con rapidez (la tinta indeleble no era tal). CNE mantuvo abiertos algunos centros sin votantes mientras llegaban los contingentes rojos acarreados en vehículos oficiales

El sistema de medios públicos clamaba que se mantuvieran abiertos porque "todavía había gente votando". Tan pronto estuvieron seguros de que la votación de Chávez era superior a la de Capriles, el CNE se apresuró a dar el primer boletín, a despecho de que hubiera gente en cola en diversas partes del país donde habían fallado las máquinas y la tramposa "estación del elector" había represado a los electores. En Canoabo unos 120 campesinos pro Capriles fueron engañados diciendo que la máquina estaba dañada, conminados a firmar el cuaderno de votación y alguien votó por ellos, según nos contase llorando una maestra jubilada enferma a quien aplicaron el mismo robo.

El CNE abrió varios centros (sin testigos opositores) en refugios y otros lugares. En el Zulia creó un nuevo centro el mismo 7-O al que el Plan República dejó ingresar al personal de empresas oficiales y militantes chavistas. Grupos armados impidieron paso de testigos y votantes opositores, en el municipio Mara y otros.

Violando las normas, miembros del PSUV hacían campaña y formaron focos con motorizados armados que recorrían los centros de votación amedrentando a los electores. El CNE y el Plan República miraban para otro lado.

Triste que la MUD y Comando Venezuela, ante el equivocado temor de provocar abstención, declarasen que "todo fluía con normalidad" y mantuvieran silencio sobre las violaciones del CNE, mientras millones de electores estaban represados en las colas por la operación morrocoy y amenazados por los motorizados chavistas.

A los 6,5 millones de electores nos queda el invalorable capital político de Henrique Capriles, pero también nuestro derecho a pedir que nos digan la verdad sin ocultamiento y sin risitas, como si aquí no hubiera pasado nada.

mcolomina@gmail.com

domingo, octubre 14, 2012

Moraleja del camino…

Rafael Muci-Mendoza

Se les ha mostrado un camino y estoy seguro de que Chávez no cumplirá lo prometido

Nadie dijo o se creyó que sería fácil… Una buena proporción del país se encuentra hoy triste por la pérdida, por la pérdida de la certeza de un cambio. Quizá para el momento era mucho pedir. Pero en la vida no hay certezas, sólo incertidumbres. Sobreviene entonces el duelo y más importante aún que la negación, es su elaboración, y ello tomará el tiempo de Dios. Luego, ascenderemos un peldaño más en el camino hacia la madurez, no seremos pues los mismos y es así como una amarga experiencia se transforma en inigualable oportunidad de aprendizaje.

Durante el camino emprendido por Henrique tal vez sentimos ajeno alivio, al fin alguien hacía lo que nosotros debimos hacer mucho tiempo atrás, siempre en la búsqueda de que otro resolviera nuestros problemas, sin comprometernos por temor o por comodidad: el viejo dicho, ¨El que venga atrás que arree¨. El oponente era formidable, había embarbascado al pueblo raso, ese que siempre tuvo muy poco y ahora menos, sólo limosnas devaluadas. Ahora se les ha mostrado un camino y estoy seguro de que Chávez como tantas veces, no cumplirá lo prometido. Está en su naturaleza la argucia, el engaño, pero debe recordar que tampoco su pueblo es igual después de la contienda, también ha aprendido y exigirá una eficiencia que le será negada porque es una virtud ausente en revolución.

La moraleja de ese camino iniciado es no mirar distancias, pues cuando la distancia deja de ser una meta, el caminar se vuelve un aprendizaje y hemos aprendido muchas verdades dolorosas…Soportar, comprender y levantarnos cuando al tropezar caigamos en el camino, pues el músculo se templa y la voluntad se agiganta al sortear los obstáculos; pero por sobre todo, la vida está allí con las mieles del triunfo y el amargor de la derrota y es obligación seguir en el camino, seguir viviéndola y continuar persiguiendo el objetivo.