Aquella madrugada del 4 de febrero el país se consterNÓ
¿Qué lo ocasioNÓ ?
Un militar que se amotiNÓ
El golpe no le funcioNÓ
La fuerza armada, constitucionalista para la época, reaccioNÓ
y el golpista, presa de terror, en un museo se arrincoNÓ.
Ante las cámaras, el golpista opiNÓ
Una parte del país lo cuestioNÓ
La otra, se emocioNÓ
Por supuesto que la autoridad lo aprisioNÓ
Pero al golpista, una cómoda celda se le acondicioNÓ
Desde allí, su canto de sirenas entoNÓ
Y a muchos enajeNÓ
No fue poco el intelectual y dueño de medio que con él se apasioNÓ…
Yo NO
Su grandilocuencia a muchos enveneNÓ
Repito que e mí NÓ
Gracias a Caldera, su cárcel termiNÓ
Hábilmente, el golpista , como político, accioNÓ
La presidencia la gaNÓ
Desde el primer día, a la Constitución la traicioNÓ
Con los terroristas se hermaNÓ
Casi todo el erario público a otros países le doNÓ
De todos sus delitos a los demás incrimiNÓ
Se encadeNÓ
Nos arruiNÓ
El fin de su mandato se aveciNÓ
El CNE suyo nos envaiNÓ
Su fiel psiquiatra el resultado nos cloNÓ
El país camiNÓ
Muchas consignas entoNÓ
Ni sus malandros, ni una fuerza armada agresiva nos freNÓ
Poco a poco, la gente por él hipnotizada, reflexioNÓ
Por eso, en su primer intento de reforma, se desmoroNÓ
Sin embargo, no se resigNÓ
Las leyes distorsioNÓ
Y, en ser presidente vitalicio, se empeciNÓ
Pero el pueblo no se desgaNÓ
Nuevamente le dijimos que NÓ
Y la Democracia gaNÓ
“Juego ganado no se tranca”. Se dice en domiNÓ
Octavio Montiel
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