Sr. Leopoldo Castillo
Programa Aló Ciudadano.
Globovisión.
Me dirijo a usted en esta hora menguada, pero reveladora y aleccionadora, de nuestra historia.
En primer lugar debo presentarme, mi nombre es Magda Mascioli García y formo parte de la Organización Gente del Petróleo. Debo aclararle sin embargo, que la Gente del Petróleo de la que formo parte aparentemente es barco hundido, pero emergerá, se lo aseguro, junto a todos los venezolanos que hemos mantenido el respeto por nosotros mismos, chavistas y no chavistas.
De la Gente del Petróleo de la que formo parte, es la misma en la que están mis compañeros de Los Semerucos y Campo Médico por ejemplo, para no extenderme.
Formo parte de la Gente del Petróleo que entregamos a conciencia, con el corazón en la mano y defendiendo principios y dignidad, la seguridad nuestra y de nuestras familias y pusimos en riesgo todo lo trabajado durante muchos años de esfuerzo, solo por negarnos a ser cómplices, por acción u omisión, de esta dictadura nefasta que nos ha tocado vivir.
Formo parte de la Gente del Petróleo que fue utilizada mientras creyeron que servía para lograr propósitos personalistas... de "esa" Gente del Petróleo me honro en formar parte con todos mis compañeros a nivel nacional.
En segundo lugar deseo hacerle saber que he sido asidua oyente primero, y luego televidente, del programa Aló Ciudadano al cual he llamado en varias ocasiones.
Era un programa que gozaba de la credibilidad de innumerables personas en nuestro país, al punto que hasta los partidarios de la dictadura lo veían.
He querido enviarle esta nota desde hace más o menos como tres semanas o un poco más, cuando fuí testigo de una llamada de un señor que expresó que ese día tenían que haber estado entrevistando a alguien que explicara con detalle lo que la ley mordaza y la reforma del COPP representaba para los ciudadanos y no un programa laxo como se podía observar desde hacía
días atrás y en especial el de ese día.
Me quedé estupefacta cuando usted sin decir "alto quien vive" mandó a tumbar la llamada y de una manera grosera, altanera y casi recriminatoria le dijo al señor (ya fuera del aire) blandiendo el dedo índice acusador, que lo que pasaba es que él se ocultaba detrás del anonimato pero que usted tenía que dar la cara.
Ayer cuando tenía a Ojeda como invitado, le hizo lo mismo a una señora que llamó a su programa.
Que fácil es hablar cuando se está tranquilo de que nada se arriesga... que difícil es mantener coherencia entre lo que se dice y lo que se hace a la hora de que esa coherencia representa el tener que arriesgar algo... ¿verdad Sr. Castillo?.
Que lamentable el espectáculo que usted está dando en ese programa. Que bueno que la ciudadanía se está dando cuenta y de hecho, ya no tienen el mismo volumen de mensajes ni de llamadas; eso sin contar las opiniones que se escuchan diariamente en la calle.
A medida que ha pasado el tiempo se han ido cayendo las caretas... y seguirán cayéndose.
Cuando todo decanta, entonces se sabe quién es quien.
Se ubica al hablador de paja, al guapetón que despotrica cuando nada arriesga o cree que las tiene todas con él pero que se le caen las medias ante la seguridad de que efectivamente está ante la posibilidad de arriesgar algo; también se reconoce a cabalidad, quiénes mantienen la defensa de sus derechos, de sus principios y de sus ideales... a costa delo que sea necesario.
Me pregunto qué diría el Sr. Armas, quien perdió la salud e inclusive la vida por el país porque consideraba que tenía una deuda moral que fue saldada a cabalidad; me pregunto que sentirán el Sr. Medhil, la Sra. Castillo, los hijos de la Sra. Carrizo, la familia de mis compañeros de trabajo el Sr. Giraud y José Vilas, la familia del Sr. Tortoza, la familia de la Sra. Ron, los padres de Pedreañez y Bustamante, etc., etc., cuando leyeron en la prensa las declaraciones de algunos dueños de medios diciendo que "se adecuarán a la ley mordaza" o cuando ven los 180grados de diferencia entre sus programas anteriores y los actuales.
Es más, para referirme al personal de las emisoras.... me pregunto qué opinarán los camarógrafos y reporteros que han arriesgado sus vidas para cubrir las noticias.
Vivo ejemplo lo tenemos en el Sr. Tortoza quien entregó su vida en el cumplimiento de su trabajo.
Que pena Sr. Castillo, que sumisión de la que usted ha sido fiel representante desde mucho antes de que la ley fuera promulgada. Que pena ajena por usted. Afortunadamente quedan personas como Granier, cuyas declaraciones las escuché hace poco; o Miguel Angel Rodríguez en
La Entrevista; o Nitu Pérez Osuna quien ha sido la única que ha entrevistado a la Sra. Castillo y su esposo; o Mingo quien fue botado de la emisora donde trabajaba; o Bravo (botado de Venevisión despues de la reunioncita C-C-C) quien sigue en la misma linea en su programa de
radio; o Grado 33; o Rondón; o Ballesteros en Plomo Parejo. Esperaremos a ver si reculan igual que usted.
Todo se nivela Sr. Castillo y con esta situación todos los ciudadanos hemos tenido la oportunidad de reconocer a cada uno de los personajes", en especial los de la ¿oposición?.
Gracias por hacerme ver que ud. no es el periodista que yo creía que era y que, en cambio, para conservar su sueldo, es capáz de amordazarse a si mismo antes de que el dictador lo haga.
Quizás los de La Hojilla pudieran enseñarle algunas conductas que estén acordes al régimen para que no tenga mucho problema y no corra ningun riesgo, no sea que lo vayan a multar.
A lo mejor amordazándose como lo ha venido haciendo, el dictador lo perdona y no lo hace salir del aire el año ese reglamentario destinado a los productores independientes.
Aplíquese... quien quita, de repente lo logra. Pero no se olvide de cómo paga esta dictadura a sus colaboradores cercanos... imagínese, si eso es con ellos, qué quedará para los colaboradores advenedizos y acomodaticios.
Por otro lado, si usted lo que está es siguiendo las órdenes del señor Ravell, a quien hemos visto dando unos espectáculos nada acordes ni con su edad ni con el cargo que ostenta, entonces que así sea. Pero eso sí, no vayan a tener la inmoralidad de llamar a la gente a marchas para defender los medios, porque si ustedes ya se amordazaron en aras de proteger sus sueldos, entonces asuman las consecuencias tal como nosotros hemos asumido las nuestras por negarnos a arrodillarnos tal como ustedes lo están haciendo.
Pero todo acaba Sr. Castillo y estúpido es quien cree que este pueblo es estúpido. Este pueblo es noble, decente, quizás indisciplinado, desentendido, desobediente, cómodo, puede que no sepa leer, pero no es bruto y no perdona la traición y mucho menos la cobardía, en especial despues de todas las vidas que se han perdido en defensa del país y de toda la lucha que hemos mantenido en la calle. Estamos atentos a todo, aunque muchos no lo crean.
Quizás cuando ustedes terminen de leer mi nota pensarán algo así como "claro, la necia ésta pretende que nosotros hagamos lo mismo que hicieron los bolsas de los petroleros que perdieron todo, están pasando trabajo y están solos..." o "¿qué pretende, que nos dejemos asesinar como los que se dejaron?; no dudo que piensen algo así o peor.
Pero déjeme decirle algo sr. Castillo: no importa lo que quienes prefieren arrodillarse para conservar privilegios piensen de nosotros, no importa que nos hayan dejado solos, no importa que estemos pasando trabajo... lo que importa es saber que hemos honrado lo que nos enseñaron nuestros padres, que hemos sido coherentes entre lo que decimos y hacemos, que nadie nos podrá decir que colaboramos de alguna forma con esta dictadura; nadie nos podrá acusar que no dimos todo lo que podíamos en defensa de nuestro país, nadie nos podrá tildar de cobardes y nadie podrá pensar de nosotros lo que muchos ya estamos pensando de personas como usted.
Que siga bien con su sueldo sr. Castillo y que le aproveche y no deje de comunicarse con Vladimir Villegas para que le instruya en las pautas nuevas a seguir
Como lo dijo el Dr. Cova, Maduro (un caballero ejemplo a seguir) ayer cuando lo entrevistaba el Sr. Pasquier:
LOS PERIODISTAS TENDRÁN QUE ESCOGER ENTRE DESAFIAR LA LEY O DESAFIAR LA RESPETABILIDAD..."
Ya usted escogió sr. Castillo. Lo felicito! Que tenga usted una muy feliz ley mordaza.
Magda Mascioli García
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