Esta expresión norteamericana, es usada para reflejar una vuelta a la normalidad diaria. En nuestro caso es un intento de buscar en lo cotidiano un refugio ante la innominia del fraude cometido. Esta claró que va a ser dificil probar el fraude, muestra de ello es que en el tiempo transcurrido, no se sabe ni como, ni quien lo hizo, y la evidencia es circunstancial, sin haber sido esta evaluada técnicamente, por nadie capacitado e imparcial.
Entonces!, que nos hacemos los millones de ciudadanos que estamos claros que vamos por un desfiladero que terminará por destruir lo poco que habiamos logrado en treinta años de pseudo democracia.
La fibra social de la clase media venezolana, que por primera vez en muchos siglos se ha hecho sentir políticamente, ¿simplemente va a recoger sus banderas y volverá al quehacer del dia a dia?.
Es importante establecer que el verdadero liderázgo de los pueblos no se mide en los momentos de lucha donde todo el mundo puede agitar banderas y llamar al sacrificio, sino en los momentos de reconstrucción, donde hay que levantarse de las cenizas y empezar de nuevo.
Lamentablemente nuestros líderes políticos no parecen ser capaces de asimilar la tremenda responsabilidad que tienen de reagrupar las fuerzas, levantar la moral y establecer nuevos objetivos de lucha.
Por el contrario, se han conformado con tratar de convencernos de que hubo fraude (algo que ya todos sabemos!), y de echarle la culpa a los extranjeros de su miopía estratégica.
Más aún parecen convencidos que la lucha electoral es la unica opción que queda.
Muchos compatriotas están deprimidos, no solo por el fraude, sino por el triste espectaculo del liderazgo de oposición asombrado y confundido por el resultado del referendum, como si nunca se hubiesen planteado el fraude o perder el referendum.
Mientras tanto el gobierno, ensoberbecido por su aparente triunfo, se prepara para la PAX Chaviana, y muchos empresarios, desesperados o no, ya comienzan a hacer planes para cuadrar en la arrancada del clásico por los millones de petrodolares que estan entrando y seguiran entrando por lo que se pronostica en el mercado petrolero mundial.
Los millones de ciudadadnos, 4.9 según el gobierno y 6.4 según la oposición que esperamos, firmamos, confiamos, reafirmamos y votamos, para terminar estafados en nuestra vocación democrática, nos sentimos más ¨pendejos¨ que nunca como diria nuestro recordado Arturo Uslar Pietri.
Un país con una mayoría de pendejos, estafados por un grupito de vivos. ¡Por Ahora!
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