lunes, diciembre 12, 2011
lunes, diciembre 05, 2011
El cacerolazo de la Cumbre
El cacerolazo / Manuel Malaver
Sonaron las cacerolas, y con tanta fuerza, que ni siquiera una maniobra del gobierno para acallarlas con una exhibición de fuegos artificiales fue suficiente para que no se oyeran de Catia a Petare, de Coche a La Pastora, de El Cementerio a San José, y de San Agustín a La Vega.
En definitiva, que barrios, urbanizaciones, avenidas, calles, autopistas y trochas se estremecieron para decirle a Venezuela, a Latinoamérica y al mundo que en el país donde se celebraba una cumbre con más pompa de la necesaria, existe un gobierno autoritario, militarista y de vocación dictatorial que recluye a sus invitados en un cuartel para que no escuchen la voz del pueblo, el grito de los oprimidos, la rabia de los que querían decirle que participaban en una farsa, y como tal, eran unos farsantes.
Hay presos políticos en Venezuela, y esa es una de las verdades que el presidente promotor de la cumbre no quería que los invitados escucharan ni conocieran; y una jueza, María Lourdes Afiuni, que está reducida al espacio de los pocos metros de su casa de habitación por dictar una sentencia conforme a la ley que el régimen no quería que se dictara; y en los calabozos de la DIM, del SEBIN y Ramo Verde políticos, profesionales, agentes de orden público, militares, obreros y empresarios condenados, o a punto de ser condenados, sin el debido proceso y negandóseles todos los derechos que le garantizan la Constitución y las Leyes.
Encerrados en un cuartel para que no se enteren del absurdo de que en el país con el más alto ingreso petrolero del continente, hace tiempo que desaparecieron la leche, el aceite y el café de los anaqueles de abastos, mercados y supermercados; que, igualmente, escasean la harina pan y el azúcar, y que, en conjunto, los consumidores venezolanos de todas las clases y estratos ya emplean parte del tiempo disponible para ver si consiguen los productos de la dieta básica que con toda seguridad desaparecerán mañana.
Pero tampoco pudieron saber los presidentes invitados a la cumbre de la CELAC, que hasta cerca de 150 mil venezolanos viven desde hace un año refugiados en hoteles o galpones improvisados porque perdieron sus casas y enseres a consecuencia de lluvias como las que se vivieron estos días en Caracas, y todo porque Chávez, en 13 años de gobierno, no se acordó de ellos, e inventó ahora, que como todo es culpa del capitalismo, deben ser los capitalistas quienes los mantengan en hoteles, y de paso, contribuyan a construirles sus viviendas.
O que la inseguridad personal que campea de Este a Oeste, y de Sur a Norte por toda Venezuela, cuyo saldo en muertos y lesionados es de los más altos del mundo (solo en Caracas murieron el fin semana pasado 60 personas) continúa su “marcha triunfal”, dicen algunos que por la ya terminal incompetencia del gobierno, y otros, que como parte de una política oficial para mantener aterrorizada y recluida en sus casas a la población.
No se conoce (hasta ahora) que ninguno de los presidentes invitados fueran víctimas de arrebatones, o que se le hurtaran algunos de los bienes que portaban o traían en sus valijas (ni a ellos ni a los miembros de sus comitivas), y lo celebramos; pero si hubiera ocurrido, no le habría resultado extraño a ninguno de los 28 millones de venezolanos que experimentan día a día, hora a hora y minuto a minuto que viven en un campo de guerra.
Inflación del 35 anual (la más alta del continente y del mundo occidental), pérdida de poder adquisitivo del bolívar que hoy se cotiza a 10bs x 1 dólar, corrupción generalizada que fue calificada recientemente por una ONG “como de las más altas del mundo”, y narcotráfico tan extendido, metastásico e imbricado en todas las instancias y tramos de la burocracia gubernamental que ya algunos se preguntan si no desembocará en una guerra civil, como la que viven países como Colombia y México, el primero desde hace 3 décadas, y el segundo, un quinquenio, fueron otros de los datos que se fueron sin manejar los invitados, simplemente por los guardaron en un cuartel, y no les permitieron acceso a las calles.
Lo que si no pudieron perderse los 32 invitados de la CELAC recluidos en Fuerte Tiuna, fue percibir que Chávez no es el mismo de otros tiempos, que está sensiblemente mermado en sus condiciones físicas y mentales, y que era difícil convenir de si estaba teatralizando una apoteosis para despedirse de la política nacional o internacional, o si más bien intentaba realizar un relanzamiento de lo que fue su otrora pintoresco desempeño como figura continental y mundial.
Incógnita difícil de despejar frente aquella estampa voluminosa, lenta, de ideas y pensamientos fragmentados, como a medio construir, con dificultades para desplazarse, y en todos los sentidos afectado por el carcinoma que a veces admite padecer, pero otras aleja de su mente y de su vocabulario como una sombra o fantasma que le carcome el resto de tranquilidad que le queda.
Eso sí, quiso ser, o aparentó ser, el mismo Chávez “regalón” de otras veces, el de los acuerdos, convenios y tratados con países aliados, amigos, o no tan amigos, de los que, ya se sabe, casi todos quedarán en el papel, o se cumplirán en una mínima parte, pero de los que siempre pueden quedar unos cientos de miles de dólares, o unos milloncejos, porque algunos recursos, aunque incompletos, pueden librarse y siempre hay urgencias, entre los socios firmantes, que atender.
De ahí que se explique, por qué los 32 presidentes llegaron en tropel, y sin hacer muchas preguntas, y dispuestos a alojarse en una jaima tipo Gaddafi si era la voluntad de Chávez, pero convencidos de que no habían venido a perder el tiempo y de que “algo” se llevarían en los portafolios.
Andaba por ahí y con pinta del “hombre que vendió al contado”, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el más contento de todos, anunciando que de los 800 millones de dólares que le debía Chávez para el momento de su reconciliación en agosto pasado, ya apenas queda un saldo de 90, pero que nuevos negocios están rodando en el tráfago de los 3000 productos que acordaron liberar de aranceles en su última reunión.
Así como también hicieron negocios, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, empeñada en convencer a Chávez para que le comprara 20 aviones a la empresa paraestatal brasileña, Embraer, o le cancelara deudas pendientes a Odebrecht; y Cristina Fernández de Kirchner, siempre interesada en gasoil para aliviar el déficit enérgetico rioplantense, o en las exportaciones de excedentes de carne, trigo, y soya; o Daniel Ortega, preocupado porque las importaciones de café y carne no se detengan; y otros clientes como Cuba, Ecuador y Bolivia, solicitantes más bien de petrodólares líquidos.
No pudo Chávez, sin embargo, y a pesar de la “regaladera”, conseguir otro acuerdo sobre la CELAC que no fuera la de constituirla como un organismo de “ayuda y cooperación”, sin objetivos políticos que pudieran destinarla a desbancar a la OEA, por ejemplo, sino más bien como un foro que pueda convocar cualquier presidente que, apretado por razones de salud, o de oposición interna o externa, busque un árbol donde arrimarse.
Sobre todo en lo que se refiere al tema del cual no quieren hablar, ni discursear, los neototalitarios anfirtriones: el de los derechos humanos.
De modo que, en lo que fue el objetivo central de Chávez, los hermanos Castro y sus socios del ALBA para la convocatoria de la CELAC, como pudo ser lograr un acuerdo para crear un organismo para sustituir a la OEA…ni se habló, y más bien puede decirse que, en cuanto cancilleres como los de México, Colombia y Chile se negaron a tocarlo… salió más bien fortalecida.
En otras palabras, y para terminar, que unos se fueron con las manos llenas y otros se quedaron con las manos vacías. Y los primeros fueron los países que vinieron a hacer negocios; y los segundos, los que estaban para hacer política: Chávez, los hermanos Castro y sus socios del ALBA, que tuvieron que dejarlo para otra oportunidad.
Señor de Las Cacerolas
De: Raquel Markus
Bendito seas Tú, Señor de las Cacerolas,
de los sonidos diversos, de los utensilios de cocina,
de los palos y las ollas, de los pitos y trompetas,
de los que silban, de los que gritan, de los que suenan
de aquellos que piden a coro una Patria que no muera.
Bendito seas Tú, Señor de las Banderas Izadas,
de los colores encendidos, de la esperanza amarrada
de las cintas tricolores sobre cabezas erguidas
de las cintas que suplican no olvidarse las consignas
y las telas que demuestran el amor por nuestra tierra.
Bendito seas Tú, Señor de los Marchistas,
de los que surcan y cabalgan sin cesar
las calles de ciudades que emprenden un despertar,
de los mares que evidencian actos de lealtad,
de los que claman sus himnos, de los que unen sus sueños
y comparten la esperanza de una mejor Venezuela.
Bendito seas Tú, Señor de las Plazas Liberadas,
que aún cubiertas de sangre,
que aún manchadas de muerte,
se yerguen sobre su suerte
y son ejemplo de coraje y dignidad
y son el templo de corazones aguerridos
que luchan sin descanso porque no saben claudicar.
Bendito seas Tú, Señor de las Lagrimas de Impotencia,
de los puños apretados, de la rabia que circunda
del nudo en la garganta y el pecho que revienta,
de las venas mutiladas y el pulso que se extiende
hasta manchar nuestra bandera con sangre de profetas.
Bendito seas Tú, Señor de la Esperanza Perpetua,
de las uniones a ultranza y los pactos de hermandad
de las razas, religiones y colores
de las voces, pasiones y sudores
de las luchas, osadías y corajes
que amalgaman lo mejor de los linajes
y construyen con sus sueños un destino común,
exigiéndole al tirano que les devuelva la luz.
Señor de la Dignidad y la Herencia Reencontrada.
Señor de la Entrega y las Almas Confortadas.
Señor de la Decencia y de las Verdades que no callan.
En nombre del futuro que robaron a los niños,
en nombre del pasado que usurparon a los héroes,
en nombre del presente que no deja de doler.
Por el pueblo, por el suelo y por el alma,
haz cumplir tu promesa más sagrada
reivindica tu Pacto con el hombre
y devuelve la paz a nuestra Patria.
Llévate el odio enfurecido,
el complejo, la mentira y el desdén.
Aleja de nosotros la ignominia que
ha bañando de vergüenza nuestra casa
y la entrega no deja florecer.
Por los que sufren y los que lloran.
Por los que creen y los que sueñan.
Por los que gritan, por los que callan.
Por los que arriesgan su futuro.Por proteger nuestras riquezas.
Por los que marchan y los que temen.
Por todo lo que somos
y todo lo que podemos llegar a ser.
Señor de las Cacerolas y Señor de las Banderas,
que el que tenga oídos te oiga
de los sonidos diversos, de los utensilios de cocina,
de los palos y las ollas, de los pitos y trompetas,
de los que silban, de los que gritan, de los que suenan
de aquellos que piden a coro una Patria que no muera.
Bendito seas Tú, Señor de las Banderas Izadas,
de los colores encendidos, de la esperanza amarrada
de las cintas tricolores sobre cabezas erguidas
de las cintas que suplican no olvidarse las consignas
y las telas que demuestran el amor por nuestra tierra.
Bendito seas Tú, Señor de los Marchistas,
de los que surcan y cabalgan sin cesar
las calles de ciudades que emprenden un despertar,
de los mares que evidencian actos de lealtad,
de los que claman sus himnos, de los que unen sus sueños
y comparten la esperanza de una mejor Venezuela.
Bendito seas Tú, Señor de las Plazas Liberadas,
que aún cubiertas de sangre,
que aún manchadas de muerte,
se yerguen sobre su suerte
y son ejemplo de coraje y dignidad
y son el templo de corazones aguerridos
que luchan sin descanso porque no saben claudicar.
Bendito seas Tú, Señor de las Lagrimas de Impotencia,
de los puños apretados, de la rabia que circunda
del nudo en la garganta y el pecho que revienta,
de las venas mutiladas y el pulso que se extiende
hasta manchar nuestra bandera con sangre de profetas.
Bendito seas Tú, Señor de la Esperanza Perpetua,
de las uniones a ultranza y los pactos de hermandad
de las razas, religiones y colores
de las voces, pasiones y sudores
de las luchas, osadías y corajes
que amalgaman lo mejor de los linajes
y construyen con sus sueños un destino común,
exigiéndole al tirano que les devuelva la luz.
Señor de la Dignidad y la Herencia Reencontrada.
Señor de la Entrega y las Almas Confortadas.
Señor de la Decencia y de las Verdades que no callan.
En nombre del futuro que robaron a los niños,
en nombre del pasado que usurparon a los héroes,
en nombre del presente que no deja de doler.
Por el pueblo, por el suelo y por el alma,
haz cumplir tu promesa más sagrada
reivindica tu Pacto con el hombre
y devuelve la paz a nuestra Patria.
Llévate el odio enfurecido,
el complejo, la mentira y el desdén.
Aleja de nosotros la ignominia que
ha bañando de vergüenza nuestra casa
y la entrega no deja florecer.
Por los que sufren y los que lloran.
Por los que creen y los que sueñan.
Por los que gritan, por los que callan.
Por los que arriesgan su futuro.Por proteger nuestras riquezas.
Por los que marchan y los que temen.
Por todo lo que somos
y todo lo que podemos llegar a ser.
Señor de las Cacerolas y Señor de las Banderas,
que el que tenga oídos te oiga
que el que tenga ojos te vea.
VENEZUELA SANGRA...
Y no me preguntes lo que debes hacer, dime lo que estás haciendo por tu patria...
Somos la magia del verbo...
Somos tinta indeleble vertida en la sangre de un pueblo.
Hace muchos años, un 15 de agosto, en el monte Sacro de Roma, el joven mantuano y oligarca, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, juró ante su maestro la libertad para su patria, ofreciendo su vida para cumplirlo. ¡Hoy los que deberían ser servidores públicos y garantes de ese juramento, lo pisotean! Violentando la vida, derechos y Libertad de los ciudadanos.
Solo enviamos muy pocos y más seleccionados mensajes por este medio. ¡El único de verdad libre!. Participa y escríbenos, difunde el mensaje, convoca y suscribe a tus relacionados...
Se preguntará: ¿De dónde obtuvimos su dirección? Es fácil, digamos que un amigo suyo nos la facilitó. Si no le interesa avísenos, no se enrolle, nosotros si respetaremos su Libertad. Sólo esperamos que algún día podamos ayudarlo retransmitiendo su mensaje a miles, miles y miles de personas encadenadas a este grupo por y para la LIBERTAD...
viernes, diciembre 02, 2011
Preguntas a la Mesa de la Unidad Democrática MUD
Hoy quiero dedicarle estas líneas a los
señores de la llamada Mesa de la
Unidad Democrática, antes Coordinadora
Democrática o como quiera llamársele.
Señores: observo con verdadero estupor
como Uds. siguen manteniendo la misma
conducta fracasada y laxa durante 13 años
de gobierno del hombre que mas daño ha
hecho a esta nación.
Observo como cada dia este gobierno
avanza en sus fines, mientras Uds. siguen
por el camino de los mítines, las ofertas
populistas y el engaño a la ciudadanía.
Cuando alguien pregunta cómo haremos
para ganar las elecciones, la respuesta de
los candidatos es la misma, como
copiada al calco: "Demostraremos que
somos mayoría, todos deben ir a votar,
reconstruiremos el país, haremos equis
números de escuelas....bla...bla....bla....."
Señores de la MUD....¿Podrían responderle
a esta servidora, madre venezolana, cómo
haremos para ganar las elecciones con este
CNE y este REP?
Señores de la MUD: ¿Cómo llevan a
un pueblo a votar sin antes exigir las
condiciones adecuadas? ¿Cómo
evitaremos los excesos y la violencia de
elecciones anteriores? ¿Cómo
protegeremos los votos a nivel nacional,
no en las grandes urbes, solamente?
Señores de la MUD: ¿Podrían decirme
cual es el plan que tienen en caso de que
Hugo desconozca el triunfo opositor y se
declare ganador?
Señores de la MUD: ¿Podrían
responderme cómo gobernaría el ganador
con unos poderes públicos secuestrados,
con una Asamblea con mayoría roja rojita y
con un poder judicial arrodillado?
Señores de la MUD: ¿Cómo se manejará el
problema de la deuda inmensa que nos
queda?....¿Cómo resolverán la validez de
la cantidad de tratados internacionales
celebrados por este gobierno?
Señores de la MUD: ¿Cómo haremos
para controlar la cantidad de colectivos
violentos creados por este gobierno?
Así, podría pasarme el dia entero
interrogando a la MUD, sin que el tema se
agote y sin que me den respuesta y así ha
sido durante trece largos años.
Es sobre estos temas que yo deseo que se
me responda.
Pero sucede que ahora, Chávez está
radicalizando su revolución, quizá porque
siente que su tiempo de vida se acaba y el
odio que lo embarga es tan grande, que
antes de irse, desearía dejar un país en
ruinas e incendiado. Entonces ahora la
situación es peor....y los candidatos de
la MUD siguen en lo mismo: "Hay que
transformar el país, hay que hacer equis
numero de escuelas, bla...bla...bla"
No es posible que la mezquindad llegue al
extremo de no haber salido al paso y dar
apoyo a la iniciativa Arria, no es
posible que ayer, nadie de la MUD se haya
pronunciado con respecto a lo establecido
por el gobierno en cuanto a la Ley de
Costos y Precios, ni con respecto a la grave
situación universitaria.
Los candidatos parecen ir por un camino y
el pueblo por otro. A mayor violencia, a
mayor presión del gobierno, mas campaña
electoral y mas promesas populistas de los
candidatos.
¿Señores.....en qué país viven Uds.?.....
¿En Alicia el país de las maravillas o en el de
La Bella Durmiente?..¿Acaso creen que
es una campaña electoral entre AD y
COPEI?.....¿Será que sufren de algún
trastorno mental transitorio?....¿Cómo
pretenden realizar una transición
democrática y pacifica en un país
convulsionado y con instituciones
secuestradas?
¿Cómo van a gobernar en un país que es
la cuna del terrorismo y del narcotráfico,
sin antes pensar en las fórmulas de salida?
¿Acaso se han preocupado por los
presos políticos casi moribundos?...Ya
observamos la absoluta indiferencia con
Leocenis García y, mas atrás, con el
dignísimo Franklin Brito.
Señores de la MUD: ¿Hasta cuando le
mienten a los ciudadanos?...¿Pretenden
llevarnos a otro diciembre de 2006 o
pretenden repetir la estafa del RR del 2004?
¿QUIEN SERA EL HOMBRE QUE SALDRA
POR LOS MEDIOS A DESMENTIR EL
TRIUNFO DE CHAVEZ Y A AFIRMAR EL
TRIUNFO DEL CANDIDATO OPOSITOR?
¡Ya basta!.......¡NO MAS MENTIRAS Y
PROMESAS POPULISTAS INCUMPLIBLES!
La Ley de Costos y Precios terminará de
arrasar con lo que queda de inversión
privada; primero cerraran o se "expropiaran"
las grandes empresas, por "incumplir esa
Ley y luego les tocara a los medianos y
pequeños comerciantes que ya no
tendrán quien les surta los productos;
Chávez entrará a sangre y fuego a las
universidades, en el caso de la UCV, lo
veo cerquita y veo a la Dra. García
Arocha esposada y enjuiciada (ojalá me
equivoque) y luego los colegios privados,
la banca y seguros.
¿Que quedará de mi Venezuela?.....
¡absolutamente NADA!
Entonces...díganme señores de la MUD........
¿Que país piensa presidir su candidato
ganador?
No importa que me insulten, me llamen
radical o profeta del desastre o pesimista.
Yo me siento realista y muy clara de lo que
nos espera, si es que los ciudadanos no
optamos por dejar a un lado a estos
politiqueros mentirosos y falaces e
imponemos nuestro criterio.
Para mi, ni Ismael García y su combo, ni el
PPT, ni el Gral. Baduel son oposición.
Yo creeré en Ismael García el dia que
públicamente diga la verdad sobre el 11-A.
En cuanto a Baduel creo que debe
hacérsele un juicio justo y cumplir su
condena, porque para mi, no es un
preso político, es un chavista que cayó en
desgracia con su comandante.
Es inaceptable que a estas alturas,
muchos candidatos estén aceptando
puentes y acuerdos con funcionarios
altos del gobierno que están solicitando
perdón a cambio de votos u ofreciendo
información a cambio de que se respeten
los bienes mal habidos.....no es posible
tanta deshonestidad.
No es momento de ser tolerante, ni de
coquetear con el régimen, como lo han
venido haciendo ustedes durante estos
trece años, es el momento de las
posiciones firmes. Hay un empeño de
hacernos creer que siendo laxos, suaves
y amplios estos hampones saldrán del
poder....nada mas falso....esta banda de
delincuentes, asaltantes del poder solo
saldrá a palo y pedrada....tómenlo como
quieran (en sentido figurado o en sentido
real).
Díganme....señores de la MUD.........
¿se ganó algo con la pacificación de
la guerrilla o con el indulto a los
golpistas?.......Los perdonados de ayer son
los verdugos de hoy...¿o me equivoco?
Que quede claro........no propongo
violencia, propongo firmeza, organización
y unidad de pensamiento en todos los
ciudadanos para salir a la calle a exigir,
en principio condiciones adecuadas para
poder votar y luego, salir a la calle para
reclamar el respeto a nuestra voluntad....
solo así, después de muchos días de
lucha podremos quedar libres y podremos
comenzar a trabajar por la reconstrucción
del país.
Los delincuentes del gobierno no
deben ser perdonados ni indultados sino
enjuiciados y condenados debidamente.
¡LOS VENEZOLANOS NO QUEREMOS NI
VIOLENCIA, NI PERDON, QUEREMOS
JUSTICIA!
Díganme entonces...............
¿Qué país va a presidir el candidato ganador?
Es todo
Manuela Alcalá
domingo, febrero 20, 2011
50 Años de Involución de Gonzalo Barrios a Nicolas Maduro
Por Gustavo Coronel
Para quienes ya estamos en la séptima década de la vida y aún mentalmente lúcidos, no es difícil advertir el trágico proceso de involución política y social que ha sufrido nuestro país desde la década de los 60 hasta hoy. La Venezuela de los años 60 era un país en proceso de despegue económico, político y social.
Recién huido Marcos Pérez Jiménez, con varias maletas llenas de dólares que le permitieron vivir como un pachá en Madrid hasta que murió de viejo, pero feliz, el país entró en una etapa democrática que lo convirtió en el modelo a ser imitado por el resto de América Latina.
Centenares de miles de inmigrantes habían entrado a Venezuela: italianos, españoles, portugueses, checos, yugoeslavos, algunos rusos, todos buscando un país mejor, una oportunidad de comenzar de nuevo en un país democrático donde todo parecía nuevo.
El maravilloso impulso que esos inmigrantes le dieron a nuestro país en todos los órdenes: cultural, económico, social, todavía está por evaluarse en su justa magnitud.
De la gran conjunción de nuestro mestizaje con aquella inmigración europea surgieron bellísimas mujeres, grandes atletas, extraordinarios intelectuales, músicos, pintores y científicos. Los gobiernos venezolanos post dictadura abrieron el país a un estilo de vida profundamente democrático y civilista.
La Venezuela que emergía de la dictadura y que estaba generando un nuevo y más ilustrado mestizaje tenía problemas pero, en retrospectiva, no tengo dudas de que era un gran país.
Recién huido Marcos Pérez Jiménez, con varias maletas llenas de dólares que le permitieron vivir como un pachá en Madrid hasta que murió de viejo, pero feliz, el país entró en una etapa democrática que lo convirtió en el modelo a ser imitado por el resto de América Latina.
Centenares de miles de inmigrantes habían entrado a Venezuela: italianos, españoles, portugueses, checos, yugoeslavos, algunos rusos, todos buscando un país mejor, una oportunidad de comenzar de nuevo en un país democrático donde todo parecía nuevo.
El maravilloso impulso que esos inmigrantes le dieron a nuestro país en todos los órdenes: cultural, económico, social, todavía está por evaluarse en su justa magnitud.
De la gran conjunción de nuestro mestizaje con aquella inmigración europea surgieron bellísimas mujeres, grandes atletas, extraordinarios intelectuales, músicos, pintores y científicos. Los gobiernos venezolanos post dictadura abrieron el país a un estilo de vida profundamente democrático y civilista.
La Venezuela que emergía de la dictadura y que estaba generando un nuevo y más ilustrado mestizaje tenía problemas pero, en retrospectiva, no tengo dudas de que era un gran país.
Recuerdo como en la playa, los fines de semana, nos encontrábamos con los ministros y altos funcionarios del gobierno, sin guardaespaldas, sin la parafernalia armada y hostil que acompaña a los dictadorzuelos, e intercambiábamos saludos, aún sin compartir sus tendencias políticas. Era la época de tener adversarios, .... no enemigos.
En su momento, el primer presidente de la Venezuela post Perezjimenista, Rómulo Betancourt, no tenía las simpatías de muchos venezolanos, quienes preferían a políticos mas conservadores. Y, sin embargo, Betancourt se convirtió en el gran líder de la democracia latinoamericana, al enfrentársele por igual a las dictaduras de derecha (el criminal Chapita Trujillo) y de izquierda (el carnicero cubano, Fidel Castro ).
En su momento, el primer presidente de la Venezuela post Perezjimenista, Rómulo Betancourt, no tenía las simpatías de muchos venezolanos, quienes preferían a políticos mas conservadores. Y, sin embargo, Betancourt se convirtió en el gran líder de la democracia latinoamericana, al enfrentársele por igual a las dictaduras de derecha (el criminal Chapita Trujillo) y de izquierda (el carnicero cubano, Fidel Castro ).
En alianza con John Kennedy, Betancourt se colocó en la vanguardia de la democracia en el hemisferio, derrotando tanto el intento de asesinato hecho por Trujillo como la invasión de mercenarios cubanos enviada por Castro. Los gabinetes de Betancourt fueron de gente preparada, honesta y decorosa: Gonzalo Barrios, Luis Beltrán Prieto, Andrés Germán Otero, Edmundo Fernández.
Su secretario, Ricardo Montilla, mantenía las puertas de sus oficinas abiertas a los jóvenes estudiantes que iban a su despacho en búsqueda de información. El tono general de ese gobierno era de una profunda sencillez democrática. La oposición era tomada en cuenta y las conversaciones entre la gente del gobierno y la gente de la oposición eran frecuentes y parte del existente estilo democrático.
Su secretario, Ricardo Montilla, mantenía las puertas de sus oficinas abiertas a los jóvenes estudiantes que iban a su despacho en búsqueda de información. El tono general de ese gobierno era de una profunda sencillez democrática. La oposición era tomada en cuenta y las conversaciones entre la gente del gobierno y la gente de la oposición eran frecuentes y parte del existente estilo democrático.
Durante ese período y los que vinieron después, los de Leoni y Caldera, la tradición de respeto hacia la oposición se mantuvo y era motivo de orgullo cívico ver como nuestros gobernantes se mezclaban libremente con los ciudadanos y como se discutían los asuntos de significación nacional entre todos los venezolanos. Venezuela era una democracia ejemplar, imitada en todo el hemisferio.
La involución comenzó, de manera insidiosa, con Carlos Andrés Pérez y con Luis Herrera Campins. Durante esos períodos, a pesar de los altos ingresos petroleros, el gobierno de Venezuela pareció perder su rumbo hacia el progreso para convertirse en una organización fantasiosa con CAP y burocrática con Luis Herrera, con fuertes indicios de una seria
corrupción administrativa. Pérez tuvo mucho dinero y mucho poder. Su problema fue, como lo dijo Gonzalo Barrios , que le hizo falta 'un poco de ignorancia'. El pretendía saber más que todos de todo. Los miembros de sus gabinetes fueron reducidos a meros mirones de palo. Herrera, a título personal, no fue un corrupto, pero durante su presidencia muchos miembros de su entorno fueron muy corruptos y el país se deterioró debido a su estilo pasivo e indolente de manejar el gobierno.
La involución se aceleró bajo Lusinchi. Los miembros de su equipo de gobierno eran muy mediocres. Su débil personalidad permitió que la corrupción llegara a muy altos niveles. RECADI permanece como una de las mayores tragedias administrativas de la Venezuela moderna. Esta involución se acentuó bajo los segundos gobiernos de Pérez y Caldera, no tanto por culpa de los miembros del gobierno sino por la estupidez de los presidentes.
Durante estos últimos años de continua involución política y social la calidad de los actores políticos venezolanos ha bajado de una manera estrepitosa. Por primera vez desde que escribo para la prensa, desde hace 58 años, me siento tentado a poner en blanco y negro una expresión vulgar. Cuando pienso que en los últimos cincuenta años hemos ido de Gonzalo Barrios a Nicolás Maduro, me provoca decir: coñoooo!.
¿De Luis Beltrán Prieto a Aristóbulo Isturiz?
¿De Edmundo Fernández a Roger Capella?
¿De Arnoldo Gabaldón a Ana Luisa Osorio ?
¿De Juan Pablo Pérez Alfonzo a Rafael Ramírez?
¿De Andrés Germán Otero a Nelson Merentes?
¿De Rafael Alfonzo Ravard a Héctor Ciavaldini o Alí Rodríguez?
¿De Manuel Pérez Guerrero o José Antonio Mayobre a Jorge Giordani?
¿De Mauricio García Araujo a Tobias Nóbrega? Cooooooño!
¿De José Antonio Pérez Díaz a Pedro Carreño?
¿De Haydee Castillo a Iris Varela?
¿De Leopoldo García Maldonado o Francisco de Venanzi a Trino Alcides Díaz?
¿De Domingo Alberto Rangel a Darío Vivas ? Coooooño!
¿De Rómulo Betancourt o Rafael Caldera o Raúl Leoni a Hugo Chávez?
Perdonen la expresión pero: coooooooño!
Lo que tenemos en Venezuela no es una revolución. Es una horrorosa involución, mediante la cuál vamos de un país que parecía estar en franco camino hacia el progreso, a un país que se está hundiendo en el pantano del atraso y la dictadura.
Y si José Vicente Rangel cree que se va a salvar de una comparación desfavorable, ¿Qué le parece Luis Esteban Rey? Luis E. Rey fue lo que usted nunca fue: un periodista honesto. Cooooooño!
*Gustavo Coronel es un veterano ingeniero de la industria petrolera, miembro director de la primera junta directiva de PDVSA (1975-1979).
Actualmente Coronel colabora en Petroleumworld como editor de opinión de Petroleumworld en Español.
La involución comenzó, de manera insidiosa, con Carlos Andrés Pérez y con Luis Herrera Campins. Durante esos períodos, a pesar de los altos ingresos petroleros, el gobierno de Venezuela pareció perder su rumbo hacia el progreso para convertirse en una organización fantasiosa con CAP y burocrática con Luis Herrera, con fuertes indicios de una seria
corrupción administrativa. Pérez tuvo mucho dinero y mucho poder. Su problema fue, como lo dijo Gonzalo Barrios , que le hizo falta 'un poco de ignorancia'. El pretendía saber más que todos de todo. Los miembros de sus gabinetes fueron reducidos a meros mirones de palo. Herrera, a título personal, no fue un corrupto, pero durante su presidencia muchos miembros de su entorno fueron muy corruptos y el país se deterioró debido a su estilo pasivo e indolente de manejar el gobierno.
La involución se aceleró bajo Lusinchi. Los miembros de su equipo de gobierno eran muy mediocres. Su débil personalidad permitió que la corrupción llegara a muy altos niveles. RECADI permanece como una de las mayores tragedias administrativas de la Venezuela moderna. Esta involución se acentuó bajo los segundos gobiernos de Pérez y Caldera, no tanto por culpa de los miembros del gobierno sino por la estupidez de los presidentes.
Pérez tuvo un grupo de ministros jóvenes, casi todos estrellas. Caldera también tuvo algunos excelentes ministros. Sin embargo, la personalidad absorbente de estos hombres ahogó todo intento de progreso en el país. Durante la segunda presidencia de Pérez se llevaron a cabo dos golpes militares, ambos sangrientos pero ineptos. Los dos fueron derrotados por el gobierno y carecieron de apoyo en la sociedad civil. El gobierno de Caldera fue laxo en el castigo a los culpables de esos golpes.
Hoy, los protagonistas de esos sangrientos golpes están en el poder.
El jefe del primer golpe, Hugo Chávez, es hoy presidente y, más que presidente, es un hombre fuerte, a la usanza de Perón en Argentina, Noriega en Panamá o Fujimori en Perú. Los cómplices de esos golpes están hoy, esencialmente, en posiciones de alto poder político.
Hoy, los protagonistas de esos sangrientos golpes están en el poder.
El jefe del primer golpe, Hugo Chávez, es hoy presidente y, más que presidente, es un hombre fuerte, a la usanza de Perón en Argentina, Noriega en Panamá o Fujimori en Perú. Los cómplices de esos golpes están hoy, esencialmente, en posiciones de alto poder político.
Durante estos últimos años de continua involución política y social la calidad de los actores políticos venezolanos ha bajado de una manera estrepitosa. Por primera vez desde que escribo para la prensa, desde hace 58 años, me siento tentado a poner en blanco y negro una expresión vulgar. Cuando pienso que en los últimos cincuenta años hemos ido de Gonzalo Barrios a Nicolás Maduro, me provoca decir: coñoooo!.
¿De Luis Beltrán Prieto a Aristóbulo Isturiz?
¿De Edmundo Fernández a Roger Capella?
¿De Arnoldo Gabaldón a Ana Luisa Osorio ?
¿De Juan Pablo Pérez Alfonzo a Rafael Ramírez?
¿De Andrés Germán Otero a Nelson Merentes?
¿De Rafael Alfonzo Ravard a Héctor Ciavaldini o Alí Rodríguez?
¿De Manuel Pérez Guerrero o José Antonio Mayobre a Jorge Giordani?
¿De Mauricio García Araujo a Tobias Nóbrega? Cooooooño!
¿De José Antonio Pérez Díaz a Pedro Carreño?
¿De Haydee Castillo a Iris Varela?
¿De Leopoldo García Maldonado o Francisco de Venanzi a Trino Alcides Díaz?
¿De Domingo Alberto Rangel a Darío Vivas ? Coooooño!
¿De Rómulo Betancourt o Rafael Caldera o Raúl Leoni a Hugo Chávez?
Perdonen la expresión pero: coooooooño!
Lo que tenemos en Venezuela no es una revolución. Es una horrorosa involución, mediante la cuál vamos de un país que parecía estar en franco camino hacia el progreso, a un país que se está hundiendo en el pantano del atraso y la dictadura.
Y si José Vicente Rangel cree que se va a salvar de una comparación desfavorable, ¿Qué le parece Luis Esteban Rey? Luis E. Rey fue lo que usted nunca fue: un periodista honesto. Cooooooño!
*Gustavo Coronel es un veterano ingeniero de la industria petrolera, miembro director de la primera junta directiva de PDVSA (1975-1979).
Actualmente Coronel colabora en Petroleumworld como editor de opinión de Petroleumworld en Español.
sábado, enero 15, 2011
Presidente Chavez !, Consideraciones sobre el Sector Salud
A un día de la presentación del Mensaje Anual 2010 del Presidente de la República a la Asamblea Nacional Consideraciones sobre el Sector Salud
Señor Presidente:
A un día de la presentación del Mensaje sobre su gestión durante el año que acaba de finalizar, nos ha parecido oportuno dirigirle esta tercera carta pública, cuyo propósito fundamental es solicitarle, muy respetuosamente, que tenga todo el cuidado que le sea posible en exigir la veracidad de la información contenida en su Mensaje, nos referimos en particular al uso que
hace de las estadísticas sociales, específicamente, las de salud.
Sería muy lamentable que en su Mensaje se repita lo ocurrido en el Mensaje Anual del 2009 cuando afirmó “… ustedes saben que el Índice de Desarrollo Humano se mide en función de la salud ¿eh? mortalidad infantil, esperanza de vida al nacer, la educación, los logros educativos y el poder adquisitivo de la población. Son los tres indicadores ¿eh? donde confluyen un conjunto de variables con una medición internacional respetada en casi todo el mundo y reconocida en casi todo el mundo”.
No es acertado repetir que la mortalidad infantil es un indicador utilizado para el cálculo de este índice. No debe reincidir en el error conceptual presente en su discurso con ocasión del primer aniversario de la Misión Niño Jesús, cuando señaló “En el primer año de la misión hemos logrado reducir la mortalidad materno-infantil de 62 por cada 100.000 partos a 52, en apenas un año. Hemos reducido drásticamente la mortalidad materno-infantil y tenemos que seguir reduciéndola”.
En una carta pública que le dirigimos el 30 de diciembre del 2010 le explicábamos que “La medición de la mortalidad materno infantil sólo es posible hacerla utilizando dos indicadores, la tasa de mortalidad materna y la tasa de mortalidad infantil; los datos mencionados por usted sugieren que se refiere a la primera, aunque para ello deberá corregir que si bien ella se expresa en número de defunciones maternas por cien mil, estos cien mil no corresponden a partos sino a nacidos vivos registrados”.
Nuestra alerta no se refiere sólo a errores conceptuales sino a los valores de los indicadores que usted seguramente empleará, sería muy lamentable que sus asesores le expongan a la inexactitud de continuar mencionando cifras que cualquier ciudadano, al leer las estadísticas oficiales de nuestro país, podrá corroborar que la información que está trasmitiendo no es veraz, como sucedió en ocasión de su Mensaje Anual 2008, cuando dijo: “Ha descendido la mortalidad infantil desde 21.4 por mil a 13.4 por mil niños nacidos vivos, eso es algo maravilloso...” .Sin embargo, si usted visita la pág web del Instituto Nacional de Estadísticas, http://www.ine.gov.ve/registrosvitales/estadisticasvitales.asp, se encontrará con la sorpresa que esa cifras no aparecen en ningún año de la serie 2003-2008 y que la cifra del 2008 es de 15.8 por mil y no 13.4 como usted afirmó.
O cuando exclamó ” ¡la mortalidad materna! Este es otro dato importante, disminuyó de 67,2 en el 2000 a 47,4 en el 2007, estos son datos del 2007 aún no tenemos consolidados los datos del 2008.”, aquí también las estadísticas oficiales son diferentes, en la página web http://www.sisov.mpd.gob.ve/home/index.php , del Sistema Integrado de Indicadores Sociales de Venezuela(SISOV), encontrará usted que el SISOV reportó para el año 2007 una tasa de mortalidad materna de 56.8 por cien mil nacidos vivos registrados y no de 47.4 como usted señaló.
Finalmente, Sr. Presidente, con todo respeto, le sugerimos que en su Mensaje haga mención de las metas efectivamente alcanzadas durante el 2010 en los diversos programas que ejecuta el Ministerio del Poder Popular para la Salud y sus organismos adscritos.
Los venezolanos estamos ansiosos por conocer, entre muchas otras interrogantes, ¿por qué, si se ejecutó el Plan Nacional de Control de Vectores, cerramos el año pasado con 124.931 casos de dengue, 59.062 más que en el 2009, la cifra más alta alcanzada en los últimos 21 años, con una tasa de incidencia de 433 por cada 100.000 habitantes, 8 veces más que la meta del milenio a alcanzar para el año 2015; con 45.155 casos de malaria, 9.327 más que en el 2009, la cifra
más alta desde el 2005?
¿Por qué, disponiendo de la Misión Niño Jesús, finalizamos el 2010 con 5.839 defunciones en niños menores de un año, 664 más que en el 2009; con 115 casos de sífilis congénita, 34 más que el año anterior y con 3 casos de tétanos neonatorun, después de tener dos años consecutivos sin casos de tétanos en menores de 28 días?
¿Por qué no se inauguró en el 2010 el Centro de Investigación y Desarrollo de Vacunas? ¿Por qué no se cumplieron la mayoría de las metas de cobertura de inmunizaciones contra enfermedades prevenibles mediante vacunas?
¿Por qué no se cumplió con la promesa, hecha por el ministro del Poder Popular para la Salud de concluir para enero de este año el 90% de las obras en ejecución que se realizan en los hospitales públicos?
Y finalmente, ¿qué se hizo durante el año 2010 para atender el más grave problema que afecta a la red hospitalaria pública, el déficit de personal de salud y en particular de médicos calificados?
Sin duda, una bien pensada, debatida y consultada ley Orgánica de Salud ayudaría a comprender y proponer soluciones prácticas a los graves problemas de salud que tenemos y garantizarle efectivamente el derecho a la salud de las personas que viven en Venezuela.
Caracas, 14 de enero de 2011.
Doctores:
Blas Bruni Celli, José Félix Oletta L., Ángel Rafael Orihuela, Pablo Pulido M., Carlos Walter V.
Ex Ministros de Salud de la Republica de Venezuela
Señor Presidente:
A un día de la presentación del Mensaje sobre su gestión durante el año que acaba de finalizar, nos ha parecido oportuno dirigirle esta tercera carta pública, cuyo propósito fundamental es solicitarle, muy respetuosamente, que tenga todo el cuidado que le sea posible en exigir la veracidad de la información contenida en su Mensaje, nos referimos en particular al uso que
hace de las estadísticas sociales, específicamente, las de salud.
Sería muy lamentable que en su Mensaje se repita lo ocurrido en el Mensaje Anual del 2009 cuando afirmó “… ustedes saben que el Índice de Desarrollo Humano se mide en función de la salud ¿eh? mortalidad infantil, esperanza de vida al nacer, la educación, los logros educativos y el poder adquisitivo de la población. Son los tres indicadores ¿eh? donde confluyen un conjunto de variables con una medición internacional respetada en casi todo el mundo y reconocida en casi todo el mundo”.
No es acertado repetir que la mortalidad infantil es un indicador utilizado para el cálculo de este índice. No debe reincidir en el error conceptual presente en su discurso con ocasión del primer aniversario de la Misión Niño Jesús, cuando señaló “En el primer año de la misión hemos logrado reducir la mortalidad materno-infantil de 62 por cada 100.000 partos a 52, en apenas un año. Hemos reducido drásticamente la mortalidad materno-infantil y tenemos que seguir reduciéndola”.
En una carta pública que le dirigimos el 30 de diciembre del 2010 le explicábamos que “La medición de la mortalidad materno infantil sólo es posible hacerla utilizando dos indicadores, la tasa de mortalidad materna y la tasa de mortalidad infantil; los datos mencionados por usted sugieren que se refiere a la primera, aunque para ello deberá corregir que si bien ella se expresa en número de defunciones maternas por cien mil, estos cien mil no corresponden a partos sino a nacidos vivos registrados”.
Nuestra alerta no se refiere sólo a errores conceptuales sino a los valores de los indicadores que usted seguramente empleará, sería muy lamentable que sus asesores le expongan a la inexactitud de continuar mencionando cifras que cualquier ciudadano, al leer las estadísticas oficiales de nuestro país, podrá corroborar que la información que está trasmitiendo no es veraz, como sucedió en ocasión de su Mensaje Anual 2008, cuando dijo: “Ha descendido la mortalidad infantil desde 21.4 por mil a 13.4 por mil niños nacidos vivos, eso es algo maravilloso...” .Sin embargo, si usted visita la pág web del Instituto Nacional de Estadísticas, http://www.ine.gov.ve/registrosvitales/estadisticasvitales.asp, se encontrará con la sorpresa que esa cifras no aparecen en ningún año de la serie 2003-2008 y que la cifra del 2008 es de 15.8 por mil y no 13.4 como usted afirmó.
O cuando exclamó ” ¡la mortalidad materna! Este es otro dato importante, disminuyó de 67,2 en el 2000 a 47,4 en el 2007, estos son datos del 2007 aún no tenemos consolidados los datos del 2008.”, aquí también las estadísticas oficiales son diferentes, en la página web http://www.sisov.mpd.gob.ve/home/index.php , del Sistema Integrado de Indicadores Sociales de Venezuela(SISOV), encontrará usted que el SISOV reportó para el año 2007 una tasa de mortalidad materna de 56.8 por cien mil nacidos vivos registrados y no de 47.4 como usted señaló.
Finalmente, Sr. Presidente, con todo respeto, le sugerimos que en su Mensaje haga mención de las metas efectivamente alcanzadas durante el 2010 en los diversos programas que ejecuta el Ministerio del Poder Popular para la Salud y sus organismos adscritos.
Los venezolanos estamos ansiosos por conocer, entre muchas otras interrogantes, ¿por qué, si se ejecutó el Plan Nacional de Control de Vectores, cerramos el año pasado con 124.931 casos de dengue, 59.062 más que en el 2009, la cifra más alta alcanzada en los últimos 21 años, con una tasa de incidencia de 433 por cada 100.000 habitantes, 8 veces más que la meta del milenio a alcanzar para el año 2015; con 45.155 casos de malaria, 9.327 más que en el 2009, la cifra
más alta desde el 2005?
¿Por qué, disponiendo de la Misión Niño Jesús, finalizamos el 2010 con 5.839 defunciones en niños menores de un año, 664 más que en el 2009; con 115 casos de sífilis congénita, 34 más que el año anterior y con 3 casos de tétanos neonatorun, después de tener dos años consecutivos sin casos de tétanos en menores de 28 días?
¿Por qué no se inauguró en el 2010 el Centro de Investigación y Desarrollo de Vacunas? ¿Por qué no se cumplieron la mayoría de las metas de cobertura de inmunizaciones contra enfermedades prevenibles mediante vacunas?
¿Por qué no se cumplió con la promesa, hecha por el ministro del Poder Popular para la Salud de concluir para enero de este año el 90% de las obras en ejecución que se realizan en los hospitales públicos?
Y finalmente, ¿qué se hizo durante el año 2010 para atender el más grave problema que afecta a la red hospitalaria pública, el déficit de personal de salud y en particular de médicos calificados?
Sin duda, una bien pensada, debatida y consultada ley Orgánica de Salud ayudaría a comprender y proponer soluciones prácticas a los graves problemas de salud que tenemos y garantizarle efectivamente el derecho a la salud de las personas que viven en Venezuela.
Caracas, 14 de enero de 2011.
Doctores:
Blas Bruni Celli, José Félix Oletta L., Ángel Rafael Orihuela, Pablo Pulido M., Carlos Walter V.
Ex Ministros de Salud de la Republica de Venezuela
lunes, enero 10, 2011
Carta Pública al comandante HUGO
Buenas tardes.
Mi nombre es Alírica Isabel Suárez Hernández, de profesión Químico.
Ejerzo labores de docencia e investigación en la Facultad de Farmacia
de la Universidad Central de Venezuela. Agradezco la atención que
tengan a bien dispensarme leyendo mi mensaje dirigido al señor Hugo Chávez Frías, presidente de nuestro país, y a todo el pueblo de Venezuela.
Quiero expresar mi más grande rechazo y repudio a las mentiras y
engaños presentados ayer en el programa "Aló Presidente". Casi nunca
lo veo ni escucho pero esta vez se trataba de algo que atañe a la
tierra que me vio nacer, tierra que quiero, admiro y me enorgullece.
Tierra que es cuna de gente progresista, honesta y trabajadora, que
lucha contra las adversidades y las vence. Gente llena de principios
que ama su familia y ese terruño que hoy quieren arrebatarnos.
Con mis propios ojos y oídos comprobé que su programa, señor
Presidente, es una gran muestra de mentiras. Creo que cuando callamos
ante las mentiras nos hacemos cómplices de quienes las dicen, y yo no
voy a sumarme a esta sociedad de cómplices.
Quiero hoy decir que todo lo que usted dijo y presentó ayer sobre la
hacienda Bolívar es falso. No me envían los dueños de la hacienda;
ellos no me conocen y tal vez nunca escucharon mi nombre. Expreso mis
propias palabras y lo hago con agradecimiento al lugar donde viví mi
niñez, donde hay una hermosa escuela con maestros que, pagados por los
dueños de la hacienda, me dieron mi primera educación, que me permitió
venir a la capital y alcanzar mi bachillerato y luego, con mucho
sacrificio, mi título de Licenciada en Química y, más tarde, el de
Doctora en Química de la Universidad Central de Venezuela. Lo
aprendido me permitió estar a la par de profesionales de diferentes
países con quienes departí mientras estudiaba Postdoctorado en
universidades del Primer Mundo.
La hacienda Bolívar no es lo que presentaron y dijeron ayer en su
programa "Aló Presidente", señor Presidente. La hacienda Bolívar es,
en justicia, un pequeño pueblo donde cada obrero y empleado tiene
asignada una vivienda, de soltero unos, familiar los otros. Hay
electricidad, agua potable, cloacas y aseo urbano (o rural), todo ello
gratuito. Muchísima gente que subsiste en los barrios venezolanos
quisiera vivir en las condiciones que la hacienda Bolívar provee a
nuestras familias.
A mi escuela, la que me formó, van los hijos de los empleados y
obreros, y todos los niños que viven en fundos y caseríos aledaños. La
educación es gratuita, de calidad y hay además transporte gratuito,
pagado por los dueños, que recoge los niños en sus hogares y los lleva
de vuelta cuando concluye la jornada educativa.
Todos los empleados de la hacienda Bolívar reciben, a precio
irrisorio, los alimentos básicos. Pueden disponer de toda la leche que
tengan a bien consumir. Cada semana, por el precio que en la ciudad
pagamos por un plátano, ellos obtienen un racimo de plátanos; y la
carne la pagan a un precio mucho menor que el de sus tan cacareados
Mercales, señor Presidente.
Sí, son miles de hectáreas, pero de tierras productivas que dan carne,
leche, plátanos, y tantos otros frutos que nuestro generoso suelo sabe
dar. Sí, en el Sur del Lago están las mejores tierras de Venezuela,
pero no son tierras ociosas. Son la despensa de este país.
En su "Aló Presidente " de ayer presentaron las casas donde viven los
dueños cuando van a la hacienda. Pero se les olvidó decir que cada vez
van con menos frecuencia porque, ellos y sus familiares, son víctimas
de secuestros. Se han visto obligados a alejarse de las tierras que
con mucho trabajo y grande esfuerzo ellos mismos, sus padres, sus
abuelos, hicieron producir.
Le oí, señor Presidente, criticando que allí hubiesen sembrado
chaguaramos, como si eso fuese un símbolo de la "burguesía". Y me
llenó de asombro que omitiera usted el resto de la hacienda, con sus
casas pintadas, escuela, calles asfaltadas, cloacas, alumbrado,
comedor, planta eléctrica (por si falla la electricidad que el
gobierno suministra; todo el consumo eléctrico es pagado por los
dueños) y estación de gasolina que son modelo para buena parte de
nuestra ciudad capital.
Su "Aló Presidente" tampoco entrevistó a los empleados de la hacienda,
hoy despojados de sus trabajos, que hasta por tres generaciones han
vivido ayudándola a crecer, sintiéndola y sabiéndola propia. Es el
caso de mi familia que, sépalo señor Presidente, durante 60 años ha
aportado tres generaciones a esa tierra y sigue trabajándola. Allí
crecimos muchos que hoy somos profesionales: médicos, ingenieros,
científicos, juristas y licenciados en educación. Varios regresaron a
laborar allá, y hoy pierden sus trabajos y hogares porque porque usted
sigue creyéndose el único dueño de Venezuela. Porque sus aduladores le
alimentan la vanidad y muchas gentes (pero cada vez menos) lo siguen a
usted, señor Presidente, recogiendo del suelo las limosnas que lanza,
apropiándose de lo ajeno y ensordecidos por las mentiras.
Las tierras del Sur del Lago, señor presidente, son muy venezolanas y
muy nuestras. Y usted quiere quedarse con ellas sin haberlas
trabajado. Pero eso nunca ocurrirá. Porque la tierra, según
practicamos aquí, de sol a sol y día a día, son de quienes la
trabajamos con los brazos, la cabeza y el corazón. No hay tierras
productivas para quienes creen que trabajar es gesticular ante cámaras
y vociferar por micrófonos.
Finalizo haciendo constar que la hacienda Bolívar es muestra de lo que
significa el compromiso de prosperar con el crecimiento digno de los
empleados. Sus palabras y actos, señor Presidente, son una descomunal
injusticia contra los trabajadores, contra los dueños y contra todos
los productores del Sur del Lago. A ellos quiere usted, señor
Presidente, arrebatarles sus tierras. El bravo pueblo del Zulia no se
amedrentará. No, señor Presidente, no somos criminales como usted ayer
pretendía. Somos venezolanos. Somos ciudadanos con amor a estas
tierras y llenos de orgullo por ellas.
Venezuela en mucho más mía, mucho más nuestra, que suya, señor Presidente.
Ciudad de Caracas, en la fecha del día siguiente a las mentiras.
Mi nombre es Alírica Isabel Suárez Hernández, de profesión Químico.
Ejerzo labores de docencia e investigación en la Facultad de Farmacia
de la Universidad Central de Venezuela. Agradezco la atención que
tengan a bien dispensarme leyendo mi mensaje dirigido al señor Hugo Chávez Frías, presidente de nuestro país, y a todo el pueblo de Venezuela.
Quiero expresar mi más grande rechazo y repudio a las mentiras y
engaños presentados ayer en el programa "Aló Presidente". Casi nunca
lo veo ni escucho pero esta vez se trataba de algo que atañe a la
tierra que me vio nacer, tierra que quiero, admiro y me enorgullece.
Tierra que es cuna de gente progresista, honesta y trabajadora, que
lucha contra las adversidades y las vence. Gente llena de principios
que ama su familia y ese terruño que hoy quieren arrebatarnos.
Con mis propios ojos y oídos comprobé que su programa, señor
Presidente, es una gran muestra de mentiras. Creo que cuando callamos
ante las mentiras nos hacemos cómplices de quienes las dicen, y yo no
voy a sumarme a esta sociedad de cómplices.
Quiero hoy decir que todo lo que usted dijo y presentó ayer sobre la
hacienda Bolívar es falso. No me envían los dueños de la hacienda;
ellos no me conocen y tal vez nunca escucharon mi nombre. Expreso mis
propias palabras y lo hago con agradecimiento al lugar donde viví mi
niñez, donde hay una hermosa escuela con maestros que, pagados por los
dueños de la hacienda, me dieron mi primera educación, que me permitió
venir a la capital y alcanzar mi bachillerato y luego, con mucho
sacrificio, mi título de Licenciada en Química y, más tarde, el de
Doctora en Química de la Universidad Central de Venezuela. Lo
aprendido me permitió estar a la par de profesionales de diferentes
países con quienes departí mientras estudiaba Postdoctorado en
universidades del Primer Mundo.
La hacienda Bolívar no es lo que presentaron y dijeron ayer en su
programa "Aló Presidente", señor Presidente. La hacienda Bolívar es,
en justicia, un pequeño pueblo donde cada obrero y empleado tiene
asignada una vivienda, de soltero unos, familiar los otros. Hay
electricidad, agua potable, cloacas y aseo urbano (o rural), todo ello
gratuito. Muchísima gente que subsiste en los barrios venezolanos
quisiera vivir en las condiciones que la hacienda Bolívar provee a
nuestras familias.
A mi escuela, la que me formó, van los hijos de los empleados y
obreros, y todos los niños que viven en fundos y caseríos aledaños. La
educación es gratuita, de calidad y hay además transporte gratuito,
pagado por los dueños, que recoge los niños en sus hogares y los lleva
de vuelta cuando concluye la jornada educativa.
Todos los empleados de la hacienda Bolívar reciben, a precio
irrisorio, los alimentos básicos. Pueden disponer de toda la leche que
tengan a bien consumir. Cada semana, por el precio que en la ciudad
pagamos por un plátano, ellos obtienen un racimo de plátanos; y la
carne la pagan a un precio mucho menor que el de sus tan cacareados
Mercales, señor Presidente.
Sí, son miles de hectáreas, pero de tierras productivas que dan carne,
leche, plátanos, y tantos otros frutos que nuestro generoso suelo sabe
dar. Sí, en el Sur del Lago están las mejores tierras de Venezuela,
pero no son tierras ociosas. Son la despensa de este país.
En su "Aló Presidente " de ayer presentaron las casas donde viven los
dueños cuando van a la hacienda. Pero se les olvidó decir que cada vez
van con menos frecuencia porque, ellos y sus familiares, son víctimas
de secuestros. Se han visto obligados a alejarse de las tierras que
con mucho trabajo y grande esfuerzo ellos mismos, sus padres, sus
abuelos, hicieron producir.
Le oí, señor Presidente, criticando que allí hubiesen sembrado
chaguaramos, como si eso fuese un símbolo de la "burguesía". Y me
llenó de asombro que omitiera usted el resto de la hacienda, con sus
casas pintadas, escuela, calles asfaltadas, cloacas, alumbrado,
comedor, planta eléctrica (por si falla la electricidad que el
gobierno suministra; todo el consumo eléctrico es pagado por los
dueños) y estación de gasolina que son modelo para buena parte de
nuestra ciudad capital.
Su "Aló Presidente" tampoco entrevistó a los empleados de la hacienda,
hoy despojados de sus trabajos, que hasta por tres generaciones han
vivido ayudándola a crecer, sintiéndola y sabiéndola propia. Es el
caso de mi familia que, sépalo señor Presidente, durante 60 años ha
aportado tres generaciones a esa tierra y sigue trabajándola. Allí
crecimos muchos que hoy somos profesionales: médicos, ingenieros,
científicos, juristas y licenciados en educación. Varios regresaron a
laborar allá, y hoy pierden sus trabajos y hogares porque porque usted
sigue creyéndose el único dueño de Venezuela. Porque sus aduladores le
alimentan la vanidad y muchas gentes (pero cada vez menos) lo siguen a
usted, señor Presidente, recogiendo del suelo las limosnas que lanza,
apropiándose de lo ajeno y ensordecidos por las mentiras.
Las tierras del Sur del Lago, señor presidente, son muy venezolanas y
muy nuestras. Y usted quiere quedarse con ellas sin haberlas
trabajado. Pero eso nunca ocurrirá. Porque la tierra, según
practicamos aquí, de sol a sol y día a día, son de quienes la
trabajamos con los brazos, la cabeza y el corazón. No hay tierras
productivas para quienes creen que trabajar es gesticular ante cámaras
y vociferar por micrófonos.
Finalizo haciendo constar que la hacienda Bolívar es muestra de lo que
significa el compromiso de prosperar con el crecimiento digno de los
empleados. Sus palabras y actos, señor Presidente, son una descomunal
injusticia contra los trabajadores, contra los dueños y contra todos
los productores del Sur del Lago. A ellos quiere usted, señor
Presidente, arrebatarles sus tierras. El bravo pueblo del Zulia no se
amedrentará. No, señor Presidente, no somos criminales como usted ayer
pretendía. Somos venezolanos. Somos ciudadanos con amor a estas
tierras y llenos de orgullo por ellas.
Venezuela en mucho más mía, mucho más nuestra, que suya, señor Presidente.
Ciudad de Caracas, en la fecha del día siguiente a las mentiras.
miércoles, enero 05, 2011
La Cosa esta que arde en Venezuela
Estimadísimos compatriotas:
En el centro neurálgico del poder el asunto está muy candente. Hay ya varias facciones. Los hay quienes (al estilo de Carrizalez) no pueden soportar más algunas cosas. Por un lado está el Presidente psicópata rodeado únicamente de los cubanos. Solo Jaua y el Min de Defensa pueden hablar con él, pero nunca a solas. Por otro lado está Diosdado que va por libre. Sabe demasiado y controla demasiado. El solito tiene más poder real que los cubanos. Y ya es mucho decir en estos momentos.
La única manera de inclinar la balanza hacia el lado de Chávez y sus cubanos (ahora dirigidos personalmente por Valdez) sería la derogación de la Constitución y el desembarco de fuerzas cubanas en el país (escenario nada improbable, por cierto). Pero a unos cientos de millas náuticas al noreste y al norte, así como del lado occidental de nuestra frontera saben perfectamente cada movimiento que se hace. Si una sola unidad militar se mueve de Cuba a Caracas empieza la fiesta. Y Cuba lo sabe y Chávez también.
Lo tienen muy difícil porque de querer Diosdado esto dura cinco minutos. Y tampoco pueden acabar con él porque su información ya está a buen recaudo (como la de Ramírez, por ejemplo) y su caída significaría la activación inmediata del 80% de la FAN (que de generales hacia abajo no están con todo esto). Si no nos doliera el alma de solo pensar que en estas horas se está jugando el futuro de nuestros hijos y de nuestra Patria; podríamos decir que el escenario (lo que ellos dan en llamar Teatro de Operaciones) está bastante interesante. Dos bloques dentro y un enorme bloque (más amorfo eso sí) fuera: ¡TODOS NOSOTROS! Todas las hipótesis acaban con Chávez fuera del poder e inclusive con serias probabilidades de desaparecer físicamente.
Pero el gran problema para Cuba es que, o se lanza con todo en esta aventura, o sin la manutención venezolana no soportarían algo parecido a lo nuestro: la presión popular.
Ya comienza a resquebrajarse la otrora inviolable seguridad cubana de inteligencia porque ya decía el viejo Caldera cuando dirigía aquel "chiripero", ¿recuerdan? "Pueblo con hambre no piensa"... y Cuba lo sabe.
¿Y de este lado? ¿que tenemos? Muy poco amigos, lamentablemente. No ha podido salir ningún líder que aglutine porque sería una diana demasiado fácil para el régimen. Sin embargo sí comienza a calar en algunos grupos políticos hasta hace poco de imposible conciliación, la idea de que lo que viene es duro y que, o nos unimos o no habrá alternativa.
Tanto la masa de la FAN como los elementos foráneos, no pueden ni deben actuar en estos momentos hasta que ellos den el primer paso. Si lo hacen Chávez recula y le habremos dado la excusa para presentarse como víctima.
Es el pueblo el que tiene que salir y manifestarse, tal cual lo están haciendo (brillantemente por otra parte) los estudiantes de nuestro país. Les lanzan agua, perdigones, peinillazos; pero sus escaramuzas son excelentes. Nunca saben por donde les van a salir y eso es muy difícil de combatir.
A todas estas, la debacle eléctrica está a punto de servirse. Y lo peor es que no hay posibilidades de solución, porque haría falta la enorme cantidad del dinero malgastado y, por otra parte, no hay tiempo para reparar el entuerto.
Cuanto más encendido y retador vean al psicópata presidente, más débil está en realidad. Si por el fuera dejaba que los cubanos tomasen el mando, quedando el como mero elemento decorativo. Pero Cuba juega dos bazas y sabe que si esto acaba en conflicto ellos también pierden, y muchísimo. A Cuba le interesaría más que la cosa se calme y seguir mamando de la jugosa teta venezolana. Pero si se apaga la luz (y está a punto de apagarse) seguir igual es radicalmente imposible.
Le quedan muy pocos actos a este interminable Sainete. Seremos testigos de excepción de todo lo que ocurra, pero debemos seguir de ocasionales actores, no solo de meros espectadores privilegiados en el Palco de Honor.
Siempre habrá una estrella
El día de Navidad de 2010 amaneció en un país en dictadura. Venezuela ha sucumbido a la férula de otro mandón, azote carente de talento y de probidad. También de formación, autocontrol, sentido del ridículo y observación de las normas que regulan la conducta del varón honorable. Y, lo peor, privado del más mínimo rastro de apego nacionalista.
La república se retuerce en la mano de un gorila cuyas acciones han estado sistemáticamente dirigidas a la destrucción física, institucional y moral de la patria. Esa es la verdad. Tanto, que ninguno de los requiebros que sus aduladores le destinan, ya en auténtico paroxismo de degradación, niegan estas afirmaciones que con todo compromiso (y relevando de responsabilidad al medio de comunicación que las publica) suscribo, rubricando estas líneas con mi rostro y con mi nombre, el que me legaron mis padres y mis abuelos, quienes me transmitieron, con semejante honor, el de mantenerlo apartado de claudicaciones, silencios y cobardes ausencias cuando el país que todo nos ha dado y al que todo debemos, ha sido puesto de rodillas con un golpe de Estado perpetrado en el recinto que debería gestionar para las leyes y la institucionalidad.
Caer en las garras de la justicia envilecida del régimen es una suerte terrible. Nadie lo ignora. Sobre todo para quienes no contamos con la fortuna que supone el pago de abogados y los múltiples aranceles impuestos al presidiario para asomarse a una ventana, para comer de un plato donde las moscas no hayan fijado cuartel, para dormir en una colchoneta y para mantenerse a salvo de las fieras que en las cárceles merodean a los débiles. Nadie quiere ese destino. Todos pedimos a Dios que aparte de nosotros ese cáliz. Pero también hemos rezado mucho para que no nos abandonen las fuerzas, para no callar cuando el país requiere la defensa de todos sus hijos, cuando a Venezuela se le ha hecho el más horrible de los agravios cual es el de convertir su democracia en leña para arrojar a la hoguera donde bailan los esbirros cubanos y esa arria de hienas que ha caído sobre nuestro país para arrancarle a dentelladas lo que nuestros mayores construyeron. A costa, por cierto, de mucho esfuerzo y sacrificio, cuando no del presidio, el exilio y la pérdida de sus vidas.
Esta columna no contendrá un análisis de los hechos. No es necesario. Lamentablemente, todo venezolano, por joven que sea, es capaz de distinguir una dictadura cuando la tiene delante. Nadie está desavisado aquí. Todo el mundo sabe con qué fiereza se ha desatado el mal en estas madrugadas a cuya sombra no ha trabajado sino el crimen. No hay, pues, un solo venezolano que pueda usar de coartada la ignorancia o la inocencia. Todos sabemos que nos han forzado a entonar el villancico de la tiranía.
Tampoco aspira a cambiar nada. Unas pocas líneas no detienen una dictadura parapetada en el fortín de las leyes. Sólo aspiro mantener las maneras democráticas, las únicas que he conocido en mi casa de Perijá, en la Universidad del Zulia, en las redacciones de periódicos, en las aulas donde, a mi vez, he prodigado lo que bebí en amada alma Mater. He venido aquí, cuando tendría que ofrecer mi relatico de navidad que cada año dedico a los presos políticos de Venezuela y sus familias, para constatar que ya no hay autocracia ni autoritarismo... hay una dictadura, a secas. Brutal, como lo son todas.
Negadora de las libertades, de los derechos, de las tradiciones civiles y civilizadas, como lo son todas. No puedo, pues, saber si habrá una siguiente entrega en este espacio, donde tantos paisanos me han privilegiado con su lectura y observaciones.
Lo que sí sé es que siempre hay una estrella que guía al justo hasta el rincón del mundo donde se ha producido un avatar prodigioso. Tarde o temprano, Venezuela será testigo de un nacimiento extraordinario. De hecho, el germen de su irrupción maravillosa anida ya en el corazón de los millones de demócratas que anteayer cenaron hallacas amargas. De 1958 para acá, Venezuela no había vivido una navidad tan triste y oscura como ésta. Y vendrán días muy duros.
Pero siempre habrá en lo alto una estrella que brille para nosotros. Estimado lector, préndela en tu pecho, escondida en la ropa para que no la detecten los sigüices. Ella nos orientará. Siempre ha sido así.
Esto también pasará.
Milagros Socorro
El Nacional
La república se retuerce en la mano de un gorila cuyas acciones han estado sistemáticamente dirigidas a la destrucción física, institucional y moral de la patria. Esa es la verdad. Tanto, que ninguno de los requiebros que sus aduladores le destinan, ya en auténtico paroxismo de degradación, niegan estas afirmaciones que con todo compromiso (y relevando de responsabilidad al medio de comunicación que las publica) suscribo, rubricando estas líneas con mi rostro y con mi nombre, el que me legaron mis padres y mis abuelos, quienes me transmitieron, con semejante honor, el de mantenerlo apartado de claudicaciones, silencios y cobardes ausencias cuando el país que todo nos ha dado y al que todo debemos, ha sido puesto de rodillas con un golpe de Estado perpetrado en el recinto que debería gestionar para las leyes y la institucionalidad.
Caer en las garras de la justicia envilecida del régimen es una suerte terrible. Nadie lo ignora. Sobre todo para quienes no contamos con la fortuna que supone el pago de abogados y los múltiples aranceles impuestos al presidiario para asomarse a una ventana, para comer de un plato donde las moscas no hayan fijado cuartel, para dormir en una colchoneta y para mantenerse a salvo de las fieras que en las cárceles merodean a los débiles. Nadie quiere ese destino. Todos pedimos a Dios que aparte de nosotros ese cáliz. Pero también hemos rezado mucho para que no nos abandonen las fuerzas, para no callar cuando el país requiere la defensa de todos sus hijos, cuando a Venezuela se le ha hecho el más horrible de los agravios cual es el de convertir su democracia en leña para arrojar a la hoguera donde bailan los esbirros cubanos y esa arria de hienas que ha caído sobre nuestro país para arrancarle a dentelladas lo que nuestros mayores construyeron. A costa, por cierto, de mucho esfuerzo y sacrificio, cuando no del presidio, el exilio y la pérdida de sus vidas.
Esta columna no contendrá un análisis de los hechos. No es necesario. Lamentablemente, todo venezolano, por joven que sea, es capaz de distinguir una dictadura cuando la tiene delante. Nadie está desavisado aquí. Todo el mundo sabe con qué fiereza se ha desatado el mal en estas madrugadas a cuya sombra no ha trabajado sino el crimen. No hay, pues, un solo venezolano que pueda usar de coartada la ignorancia o la inocencia. Todos sabemos que nos han forzado a entonar el villancico de la tiranía.
Tampoco aspira a cambiar nada. Unas pocas líneas no detienen una dictadura parapetada en el fortín de las leyes. Sólo aspiro mantener las maneras democráticas, las únicas que he conocido en mi casa de Perijá, en la Universidad del Zulia, en las redacciones de periódicos, en las aulas donde, a mi vez, he prodigado lo que bebí en amada alma Mater. He venido aquí, cuando tendría que ofrecer mi relatico de navidad que cada año dedico a los presos políticos de Venezuela y sus familias, para constatar que ya no hay autocracia ni autoritarismo... hay una dictadura, a secas. Brutal, como lo son todas.
Negadora de las libertades, de los derechos, de las tradiciones civiles y civilizadas, como lo son todas. No puedo, pues, saber si habrá una siguiente entrega en este espacio, donde tantos paisanos me han privilegiado con su lectura y observaciones.
Lo que sí sé es que siempre hay una estrella que guía al justo hasta el rincón del mundo donde se ha producido un avatar prodigioso. Tarde o temprano, Venezuela será testigo de un nacimiento extraordinario. De hecho, el germen de su irrupción maravillosa anida ya en el corazón de los millones de demócratas que anteayer cenaron hallacas amargas. De 1958 para acá, Venezuela no había vivido una navidad tan triste y oscura como ésta. Y vendrán días muy duros.
Pero siempre habrá en lo alto una estrella que brille para nosotros. Estimado lector, préndela en tu pecho, escondida en la ropa para que no la detecten los sigüices. Ella nos orientará. Siempre ha sido así.
Esto también pasará.
Milagros Socorro
El Nacional
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