viernes, junio 18, 2004

La Vuelta al Hogar

El araguaney, árbol de la familia de las Bignoneáceas
de origen indígena (Caribe) ha sido decretado como el
árbol emblemático de Venezuela.

Por Gustavo Coronel

Muchos de los compatriotas quienes se han ausentado
de Venezuela por razones políticas o personales se
sienten nostálgicos de nuestro país y hasta culpables
por haberlo dejado. Quisiera comenzar por decirle a
estos compatriotas que pueden sentirse todo lo
nostálgicos que quieran, pués eso no es un crimen.
Todo lo contrario, la nostalgia es una señal de amor
hacia el país que nos vió nacer, donde pasamos la
mayor parte de nuestras vidas y donde hemos
experimentado las mayores alegrías o las mayores
tristezas. Las emociones intensas nos atan al país y
nos lo hacen recordar. También les recomiendo no
sentirse culpables por haberlo abandonado. Cada
persona tiene el derecho a su elección, cada persona
solo tiene una vida que vivir.

Tenemos el derecho y el deber de realizarnos
individualmente, de lograr ser lo mejor que podamos
ser. Nadie puede negarnos ese derecho ni
obstaculizarnos ese deber. Hoy en día el Planeta
Tierra es tan pequeño que las fronteras políticas han
perdido todo sentido. Hoy yo puedo desayunar en
Londres, almorzar en Washington y cenar en Caracas.
Hoy en dia lo que define el concepto de "hogar"
pertenece al campo de lo espiritual. Solo la gente
pequeña puede alegar que el amor por la patria
consiste en no dejarla fisicamente. Hace algun tiempo
una pequeña persona, en todo sentido, Blancanieve
Portocarrero, dijo por la prensa carabobeña que
quienes se iban del país eran unos traidores. Según su
mezquina definición Bolívar, Gallegos, Andrés Eloy,
Betancourt, Bello, Pocaterra y Miranda, entre muchos
otros, fueron traidores. Blancanieve Portocarrero es
hoy la embajadora de Hugo Chávez en.. Ginebra, no en
San Fernando de Atabapo. Alegar que quienes se
ausentan ! de Venezuela para buscar trabajo, para
educarse o simplemente para escapar a la horrible
Venezuela de Hugo Chávez son traidores a la patria,
refleja la pobre textura moral de quienes lo dicen. No
se dejen chantajear por la fauna chavista, una fauna
socialmente resentida, de muy baja auto-estima, la
cuál solo piensa en nivelarnos hacia abajo. Nunca
aceptemos que nos traten de nivelar hacia abajo!.

El Hogar es un lugar especial, una entidad
espiritual, al cuál todos deseamos regresar. En mi
caso, el hogar ha cambiado de lugar geográfico en
varias oportunidades: Catia, el barrio donde nací. Los
Teques, el maravilloso pueblo de hace décadas donde
crecí. Tulsa, Oklahoma, la extraordinaria ciudad donde
recibí una educación universitaria. Maracaibo, donde
encontré compañera para mi viaje a través de la vida y
donde nacieron todos mis hijos. La Haya, Holanda,
donde pasé una luna de miel de un año de duración.
Valencia, donde he encontrado la tranquilidad y he
re-descubierto el amor por la naturaleza . Todos estos
lugares han sido mi hogar, el sitio donde me he
sentido rodeado de amor y de amistad. Mi hogar es el
sitio que mi corazón me dicta como tal.

Acabo de estar en Venezuela por un mes, después de
estar en USA por tres meses. Al abordar el avión
estaba seguro de estar viajando de regreso a mi hogar.
Mi araguaney me estaba esperando, listo para florecer.
Mis amigos me esperaban con los brazos abiertos. El
perro del jóven quién cuida mi casa estaba allí,
meneando la cola en señal de bienvenida. Pero el país
al cuál regresé no era el mismo. No era el país que yo
conocozco bien y al cual he amado toda mi vida. El
país al cuál regresé estaba dominado por pandillas
armadas, obedeciendo órdenes de un gobierno déspota,
disparando a mansalva contra ciudadanos y ciudadanas
desarmadas. El país al cuál regresé era un país en el
cuál la gente era arrestada sin fórmula de juicio y
donde los músicos y los poetas eran sometidos a
tortura. Regresé a un país en el cuál el "presidente"
era ya una persona mentalmente enferma, rodeada de
gente moralmente deleznables.
Acabo de estar en Venezuela y encontré un gobierno
autoritario, un gobierno en el cuál el Presidente se
ha convertido en un "clon"de déspotas, a lo Fidel
Castro o Robert Mugabe. Este no es mi país. Un país es
bastante mas que su geografía. Es cierto que el Avila
estaba aún allí. Y que los Andes y los Llanos y las
selvas y los tepuis continuan en su sitio. Esta es la
Venezuela que anhelamos. Pero, lo que no encontré fué
la sonrisa de mi gente, la maravillosa hospitalidad,
la confianza en el forastero, los lazos de hermandad
que los negros y los blancos y los café con leche
siempre han tenido, mas allá de diferencias de dinero.
Hugo Chávez se ha encargado de destruir esos lazos de
hermandad. Chávez no tiene talento como constructor
pero si sabe demoler. En apenas cinco años ha
reemplazado una sociedad caracterizada por la armonía
racial por una sociedad dominada por el odio y el
resentimiento.

En Venezuela ví caos, suciedad e indignidad . Vi la
basura espiritual del gobierno tratando de ahogar
nuestra decencia cívica. Marché con los disidentes y
sentí con ellos la brutal represión. Ví como una
coalición maldita de miltares corruptos, de burócratas
ignorantes y una masa aluvional pretendía consolidar
su poder político sobre los ciudadanos Venezolanos. No
creo que lo van a lograr.
Desde el avión que me trajo de regreso a USA puedo
ver el Rio Potomac,los monumentos ciudadanos de la
ciudad de Washington, los primeros indicios de la
floración de los cerezos que son la gloria de la
ciudad. Se que cuando el avión aterrice me estarán
esperando mi esposa, mis hijos y mis nietos. Se que
estaré llegando a un país de libertades donde puedo
decir exactamente lo que pienso, sin temer
represalias.
Se que, cuando el avión aterrice, estaré llegando a
mi hogar.

Gustavo Coronel is a 28 years oil industry veteran, a
member of the first board of directors (1975-1979) of
Petroleos de Venezuela (PDVSA), author of several
books. At the present Coronel is the opinion-editorial
editor of Petroleumworld en Español.
gustavocoronel@petroleumworld.com

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