martes, mayo 01, 2012

En Venezuela: Dios sabe lo que hace!

Dios sabe lo que hace, la vaina es que no explica.
 
Es solo una forma más criolla de decir que todo pasa por algo, y que depende de nosotros reconocer nuestros errores y aprender de ellos, suena fácil y bonito, como la frase favorita de un libro de autoayuda, pero en realidad en una de las cosas más difíciles a lo que nos enfrentamos día a día.

Por qué a Venezuela le pasaron tantas cosas malas? Que hicimos para merecer esto? Cuando terminara la pesadilla? Por qué el hampa nos está matando? Cuanto más vamos a perder? Cuantos tienen que morir? Lograremos reconciliación entre hermanos? Que va a pasar con Chávez? Que va a pasar con PDVSA? Podremos con el resentimiento social?… Etc, etc, etc.

Esas son las preguntas que a diario oigo en mis consultas cuando llegan mis clientes desesperados por saber que va a pasar en sus vidas que dependen de lo que suceda en Venezuela, y la respuesta siempre es la misma, la culpa es nuestra, si lo merecíamos, si vamos a salir de esto y solo Dios sabe lo que va a hacer con Chávez.

Las respuestas son claras y sencillas, pero ninguno queda satisfecho con las mismas y es que el venezolano tiene muy mala memoria y no entendió hasta hoy el poder de la palabra y la consecuencia de las acciones. Yo te lo puedo explicar, pero te advierto que el cuento es largo y sera mejor que lo leas a solas porque no garantizo tu reacción

En la IV República éramos ricos y felices, pero también éramos inmaduros, egoístas e individualistas. Éramos conocidos en el mundo entero por derrochadores, bebedores de “wisky”, por el Miss Venezuela, por producir excelentes jugadores de beisbol, porque Bolívar, Bello, Miranda, Páez y otros carajos arrechos  nacieron aquí y porque tenemos mucho petróleo. Pero por mas nada!!!

Nuestra vida giraba alrededor de próximo puente, para ir al “Ton jaus” de la playa con los panas o a los “Mayamis” para visitar a “Miky” e ir de “Shoping” porque “ta’ barato, dame dos”. Las vacaciones eran obligatorias en “Orlando” y “Panam” era la línea aérea de los venezolanos, aunque te hiciera dormir dos noches en el aeropuerto de “Mayami” por el “coje culo” de vuelos sobrevendidos que nunca pudieron manejar.

En realidad nadie nos soportaba por creídos y malcriados, pero nos trataban bien porque éramos turistas y generábamos mucho dinero a sus empresas turísticas, no porque éramos de pinga. Viajábamos en cambote, los tíos, los primos, la abuela, el novio de la tía soltera y hasta nos llevábamos a la “cachifa” para que cuidara a los muchachos y a la enfermera de la abuela, alquilábamos un Vans, con el cuento de que era mas barato y después del primer “Mol” había que alquilar otra porque no cabían las maletas, los muchachos, el televisor nuevo que compramos “baratiiiiisimo”, el “Miky” tamaño familiar y un sin fin de cosas más.

Cuando llegaba una Vans con venezolanos se sabia por el escándalo y la gritadera (y si eran maracuchos multiplíquenlo por dos), en aquel entonces no lo veíamos pero los anglosajones comenzaba a retirarse diplomáticamente y si se nos ocurría decirles algo sonreía amablemente pero no detenían su huida. Gringolandia es arrechísima, y “En Venezuela todo es una mierda”

También íbamos a “las Europas” si por casualidad ese año nos favorecía un puente largo o logro las vacaciones en agosto, pero hay que ser sinceros, “Gringolandia” es más divertida que Europa puesto que solo en España pudimos “Rumbear” y ir de “Shoping” al Corte Inglés,  así que ya que la conocemos no volvemos mas.

Viajar a Latinoamérica era impensable puesto que entre dictaduras, la guerrilla y la pobreza esos países eran muy inseguros. Solo viajábamos a sur América si teníamos familia por allá. Pero siempre es más divertido viajar porque “Venezuela es una mierda”

Solo dos o tres familias tenían avión, y los carros mas “arrechos” eran solo dos o tres, nadie oía música en español sino en inglés y todo el mundo las cantaba sin saber que “carajo” decíamos, después vino Luis Herrera y puso la ley del “uno por uno” y nos enteramos que habían músicos venezolanos que cantaban música tan buena que hasta comprábamos sus discos.

Pero aun así esas familias más adineradas que amazaron grandes fortunas en este país, preferían pasar la mayor cantidad de tiempo fuera de Venezuela, porque “este país es una mierda”.

También había otra Venezuela que no iba “pa los mayamis” pero que igual vivía pensando en el próximo puente para ir a “La Playita” con la familia, y cuando por fin llegaba ese 1ero. de Mayo un viernes, en el camioncito de “viajes y mudanzas” se iba toda la familia con la abuela, la suegra, los arrejuntes de las muchachas, los culos de los muchachos, toda la “prole” que tuvieran, dos vecinas, un pana y toda la familia del compadre que era igual de nutrida que la propia.

En ese camión se acomodo primero la cava y los vacíos de cerveza que servirán de asiento para las mujeres, después iba la olla de sancocho, los colchones, las sábanas para hacer un techito donde esconder a la abuela y a la suegrita, el corral para los bebes, una carpa que aunque tiene un hueco todavía sirve, el carbón, la reja pa la parrilla, y la comida que las mujeres prepararon el día anterior.

Si el puente era viernes, sábado y domingo, desde el mismo jueves después del trabajo arrancaba ese camión con un merenguito de “Sergio Vargas” o “Miguel Moly” para Higuerote (también podían oír una salsa o un vallenato), y saliendo de la recta de Guarenas- Guatire comenzaba la cola en la antigua carretera vieja donde los olores a cochinera nos hacia echarnos la culpa los unos a los otros en son de broma.
Un viaje Caracas- Higuerote un día normal podía durar en un día duro hasta cuatro horas, pero en un puente durabas toda la noche.

La emoción comenzaba después de las cochineras cuando la velocidad del camión iba disminuyendo hasta quedar parados totalmente, ahí el primero en bajarse del camión era uno de los muchachos “pa ve que está pasando” de regreso no traía noticias pero si traía una “birrita” bien fría en la mano y un nuevo mejor amigo, así que los compadres decidían abrir el bar, bajaban a todo el mundo del camión y sacan la estupenda cava tamaño familiar, las mujeres aprovechan para ir a “mear” al monte, otra para hacer rapidito el tetero, uno que otro intercambian miradas con la hija del compadre y finalmente como la cola no se mueve le suben el volumen de la música y a “baila” todo el mundo.

Detrás del camión quedo parado un Ford “Sierra”, de esos que solo usaban los “Sifrinitos”, pero la nave esta arrechísima porque tiene “Spoiler”. En el “sierra” van escuchando el nuevo “caset” de “supertran” que si mal no me equivoco se llamaba “Desayunando en América”, nadie en el carro habla inglés, todos concluyen que la nueva producción es “arrechísima” pero nadie se la sabe y van aburridos, y cuando bajaban el volumen par ver que estaban escuchando “los monos” era una de Rubén Blades la cual si se saben y comienzan a cantar inmediatamente.

El “sifrinito” del asiento de atrás del “Sierra” dice: “Me voy a bajar a ver por qué estamos parados”, y dos minutos mas tarde tiene un “birrita” bien fría en la mano y esta conversando con los compadres como si fueran los mejores amigos, el “sifrino” que maneja el carro le dice a las muchachas: “Quédense aquí que ya vengo”, y no ha terminado de llegar cuando los compadres ya le abrieron la “birrita”.
Una de las “sifrinas” del “Sierra” le hace señas a unos de ellos para decirle que necesita ir al baño, el “sifrino” que sabe que el próximo baño esta por allá por “Kempis” le pregunta a una de las señoras del camión como hicieron ellas, la señora muy servicial inmediatamente organiza un grupo con dos toallas y un rollo de papel para que lleven a las señoritas a “mear” en el monte, las muchachas agradecen por adelantado el favor y se bajan rapidito del “Sierra” porque no aguantan mas.

Cuando las mujeres regresan ya se han contado sus respectivas vidas,  y ahora son tan amigas como pueden ser dos mujeres que se acompañan al baño. Les ofrecen a “Las Sifrinitas” una “cervecita” las cuales aceptan tímidamente, pero a la segunda ya están bailando en plena carretera una salsa de “Willy Colon” una bien “trancaita”, ya nadie se acuerda de “Supertran”.

De repente la cola comienza a moverse, y hay que subir la cava, el corral, los vacios que usaron de sillas, hay que llamar a los muchachos que se fueron a jugar por ahí, los “sifrinos” y los compadres montan la cava, los muchachos los vacios, las “sifrinas” cargan a los bebes mientras las mamas llaman a los mas grandes y recogen el corral, tardan como 15 minutos en recoger y los últimos en arrancar son los “sifrinos” que por cierto habían dejado el carro abierto y con los vidrios abajo, pero no estaban preocupados porque desde el camión veían el carro.

Este escenario se repite varias veces durante la noche, “Los Sifrinos” compraron en Kempis un vacío o dos para reponer lo que se habían tomado, y aunque los compadres no querían los “Sifrinos” insistieron. A medida que se hacía más tarde ya casi nadie bajaba de los carros sin embargo poco antes de llegar a Higuerote se volvió a parar la cola, y los compadres y los dos “Sifrinos” se bajaron a estirar las piernas y hablando un poco llegaron a la conclusión de que “este país es una mierda”.

En la política los adecos y los copeyanos se cambiaban el “coroto” cada 5 años, las campañas políticas eran motivo de fiesta nacional, las bolsas del automercado o del abasto eran la materia prima de las banderas que se armaban para la “caravana”, las mujeres se vestían todas de blanco o todas de verde y disfrazaban los carros mejor que una carroza de carnaval, se hacían sombreros, llevaban pitos, matracas y cualquier cosa que hiciera ruido, y si de repente llegaba la prima de visita y no sabía que ese día tocaba “caravana”, así que entre todas la vestían porque ella también tenía que ir.

Los “mitin” políticos como los que se hacían en el “Parque Los Caobos” eran la mejor fiesta del año, ahí iban adecos y copeyanos sin importar que partido organizara el “mitin”, los muchachos patinaban y montaban bicicleta y dejaban su cuota de pellejo pegado en el piso cada vez que se caían, pero ahí había servicio medio que consistía en una ambulancia para las emergencias, los adultos bailaban porque había música y “bailanta”, algún artista se presentaba y las mujeres dejaban “las pantaletas” de la emoción, si el artista invitado era una mujer, los hombres desde temprano reservaban un puesto “para ver bien”, al final se cantaban las rifas y los ganadores casi nunca aparecían, así que se sacaban números hasta que alguien aparecía, la atracción más popular era “La Tómbola” donde con un “tique” te daban algo que otro no quería, y que seguro lo donarías para la “tómbola” del año que siguiente, así que en cualquier momento podías recuperar tus pertenencias.

 “El Bingo” era algo que se tomaba muy en serio, y uno podía escuchar cosas como: “veiiiiitidos, los dos paticos” y si el que cantaba el bingo no hacia algo así era sustituido por algún borracho con “chispa”. Los casos de corrupción como eran menos que hoy en día nos impresionaban y nos dejaban atónitos, ahora se me viene a la mente el caso “Turpial” por mencionar un ejemplo, los corruptos los teníamos fichados pero “nadie hacia nada” y todos decíamos “este país es una mierda”.

Los problemas del Caraqueño eran “Los Huecos” por los amortiguadores, “Los Ranchos” porque se veían feo, “La falta de fiscales de transito” que le pusieran multas a esos desgraciados que no respetan los semáforos, y “CANTV” que desunía a la gente, porque el servicio era “maaaaaaalo”, la luz se iba una o dos veces al año, ocasión que servía  entre algunos para reunirnos alrededor de la vela para decir “este país es una mierda”.

En el interior del país las cosas no eran muy diferentes, la luz faltaba mas veces que en la capital, y los muchachos tenían la barriga llena de lombrices, y aun que el “Doctol” mandara antibióticos los remedios caseros eran mas eficaces, “a purga a todo el mundo” y la familia pasaba el día siguiente cagando, y decían a los vecinos “familia que caga unida permanece unida”, los “sifrinos” de Caracas también se “intoxicaban”, porque eso si, a ellos no les daban lombrices, ellos agarraban “parásitos” y la diferencia era solo tu lugar de residencia porque el “sifrino” después de dos días con antibióticos y sin mejoría llamaba a la abuela que ponía a “cagar” a todos los nietos, estuvieran enfermos o no, para concluir “este país es una mierda”

Desde Caracas hasta Guasgualito, desde Maracaibo hasta el Delta, todos probamos multivitaminicos y remedios tales como: “Aceite de Bacalao”, “Vino Sanson”, “Vip Vaporu”, “Un buen hervio e Pescao”, “un guarapo”, “un levanta muerto”, “un jarabe pa la tos”, entre otros, y les aseguro que a excepción del “vip vaporu” ninguno venia de un laboratorio, sin embargo cuando se requería un medicamente con llamar al “boticario” en el interior del país o ir a una farmacia en las ciudades lo encontrábamos sin problemas, y si no tenían se lo conseguían o una vecina le sobró de la última vez que se enfermo Jacinto. Pero que vaina!…, “este país es una mierda”

Los hospitales siempre tenían problemas, que si el presupuesto, que si las utilidades, que si los servicios, pero contaban con la última tecnología que ni las “clínicas” tenían y en las salas de espera se reunían desde el de “los bloques del 23″ hasta la “sifrina de Caurimare”, y si al principio se veían “Fu” después de sentarse en las sillas de espera las cuales quedaba uno “amuñuñado”, después de un rato se contaban la vida, se cuidaban la silla, encontraron un familiar en común y compartieron una “Kolita”. Los mejores médicos y las mejores enfermeras trabajaban en los Hospitales Públicos, lo trataban a uno con cariño y uno hasta se ponía “mingón” porque eran gente con “calidad humana”, conseguir una cama no era tan difícil y uno podía recibir un tratamiento por parte del estado sin importar si eras “adeco” o “copeyano”. Pero después de salir del hospital decías:”este país es una mierda”

Los docentes de los colegios oficiales eran excelentes profesionales, con títulos y calidad humana, criaban y educaban a los muchachos como si fueran sus propios hijos, y los salones de clases albergaban tanto a “los que tenían” como “los que no tenían” porque no había que ser pobre para disfrutar de los beneficios del Estado Venezolano, ahí aprendieron el himno nacional, los estados de Venezuela, la historia de Bolívar, Bello, Páez y otros, supieron que un tal Miranda que está en el arco del triunfo en “Paris”, que en el laboratorio de biología hay un esqueleto llamado “Perucho”, a bailar joropo en los actos de fin de curso, conocieron a los que hoy son sus compadres, y no hay forma de sacarles de la cabeza a aquella profesora que siempre los cuido a través de regaños y que desea volver a ver. De esas escuelas salieron los que hoy son doctores, abogados, ingenieros, docentes, etc. Porque tuvieron su espacio en la UCV, que entre encapuchados y paros lograron un titulo y se convirtieron en profesionales, pero cuando se graduaron recordaron que “este país es una mierda”

Fuimos al “CADA” y a automercados “Victoria” peleábamos con el carnicero para que nos pusiera un poquito más y le quitara bien el pellejo y el de la charcutería para que nos diera un pedacito “pa proba” y siempre nos complacieron, oyeron nuestras quejas y siempre se enteraron cuando el viejo estuvo enfermo porque íbamos por una buena pechuga para un “Caldito de pollo reparador”, pero era recíproco porque cuando se le enfermo la mama al de la charcutería le conseguimos una cama en el Hospital Central con el esposo de una prima que trabaja allá. Sin embargo mientras esperabas la carne o los quesos y hablaban mal de gobierno llegaban a la conclusión de que “este país es una mierda”.

PDVSA se convirtió en la compañía numero 1en el mundo, era la envidia de todos, pero la mayoría de nosotros jamás habíamos visto ni un poquito de petróleo, ni le paramos “bola” a lo que pasaba ahí, para nosotros siempre fue una empresa mas, y la mayoría de los “mayameros” no tenían ni “puta idea” que las estaciones de servicio “Citgo” era venezolana, y que la refinería mas grande del mundo estaba allá en Falcón, solo algunos sabían que la “orimulsión” se invento en Venezuela, y que muchas de las técnicas de exploración, perforación, extracción y refinacion fueron inventadas por venezolanos y que “grigolandia”, eso que son arrechísimos, tuvieron que comprarnos tecnología. Pero cuando ibas a poner gasolina y veías cola y la bomba de servicio fea y cochina decías “este país es una mierda”

RCTV fue una de las televisoras pioneras y la única que se pudo mantener en el tiempo, los lunes de “Radio Rochela” eran impelables, vimos varias generaciones de cómicos crecer en el programa y convertirse en los mejores, nunca vimos mujeres en tanga, todo lo contrario tuvimos que verle la cara a “Cayito” Aponte y lo disfrutamos un montón, la nueva generación trajo aires de mucho mas nivel, y claro algunos de ellos venían de la UCV, así que nacieron “Los wopero” por nombrar alguno, imponían moda en el lenguaje y en los chistes, y había que ver el “Mis Venezuela” para ver después el “Mis Chocozuela”. Las novelas como “Cristal”, “Topacio”, “Kasandra”, etc. Recorrieron el mundo y fueron traducidas a muchos idiomas.

Los programas de opinión como “A Puerta Cerrada” fueron innovadores y atrevidos en su época y los periodistas de “El Observador” parecían “Drupi” estaban en todos y averiguaban todo, si los “gringos” hubiesen enviado a sus agentes de FBI para que los entrenarán los periodistas de RCTV, a día  hubiesen conseguido a “Bin Laden”, pero RCTV era venezolana, mejor era ABC que la podía ver a través de la parabólica de mi casa que amenaza con tumbar el techo dentro de poco, porque este país es una mierda.

Ah estas alturas espero que hayas entendido que “TU PAIS” no era una mierda, que la mierda eras “TU”, porque te limitaste a criticar y a afirmar todos los días de tu vida que este país es una mierda, y no constaste con la fuerza de la palabra que podía hacerse realidad, y como no hiciste nada ahí tienes la consecuencia.
El que decidió hacer algo no era el más preparado ni el que tenia la mejor solución, pero hizo lo que “TU” no hiciste, hizo “ALGO”.

Ahora volvemos a la pregunta más importante y que las resume todas: Se merecían lo venezolanos perder sus derechos, perder su calidad de vida, perder RCTV, su congreso, la división de poderes, su riqueza, a PDVSA, perder las esperanza, tener que vivir en tierras extranjeras pelando bolas?

La respuesta es “SI” porque el que no valora lo que tiene, a pedirse queda. Tuvimos que perder toda mierda (como acostumbrábamos a llamarlo) para darnos cuenta de quiénes somos y de lo que valemos, nos dimos cuenta de que juntos trabajamos mejor y que no hay un Venezolano mejor que otro.  De repente vimos que lo que teníamos era “arrechísimo”, de hecho mucho mejor que lo que tienen los “gringos”, que nuestras antiguas instituciones solo les hacía falta cariño y un poco mas de gerencia, que es en esta tierra donde podemos crecer libres, llegar a ser alguien, criar una familia en familia y pasarla de “pinga”

Así que elimina de tu vocabulario cualquier adjetivo calificativo que denigre a Venezuela, si algo no te gusta acomódalo tu, o gestiona para que el gobierno lo corrija o lo arregle o lo construya, de ti depende que volvamos a ser grandes y en el futuro nos superemos a nosotros mismos.

El 7 de octubre es importante para todos aquellos que saben que el cielo no es el límite, que “si se puede”. Así que. Te deseo en tu corazón un sentimiento vinotinto y en tu estómago una arepa de carne “mecha” y una “birrita”,   bien fría
Hagamos del poder de la palabra nuevamente nuestra realidad

“Venezuela es el país más arrecho del mundo”
“Venezuela es perfecta”
“Venezuela es de pinga”
“Venezuela es más fuerte que el odio”
“Estoy orgulloso de ser Venezolano”
“Venezuela es el mejor país del mundo”
“Venezuela es prospera”
“Venezuela es el paraíso terrenal en la tierra”

A mis hermanos venezolanos los amo y cada vez que uno de nosotros tenga éxito en mi casa habrá fiesta, así que me voy preparando para irme a vivir en un Salón de Fiesta porque de aqui en adelante  voy a celebrar mucho, y lo doy por hecho
¡Dios me los bendiga y la Virgen los acompañe