miércoles, septiembre 23, 2009

Marcel Granier ante la SIP

Quiero aprovechar estos momentos que me conceden para hacer una
Notificación Oficial. Notificación Oficial que les pido me ayuden a
hacer llegar a la mayor cantidad posible de personas, medios de
comunicación, Jefes de Estado y organismos internacionales.

Considero necesario, para evitar que a nivel internacional se
produzcan en el futuro inútiles sorpresas y extemporáneos sentimientos
de culpa,  que los venezolanos levantemos nuestra voz mientras queda
una oportunidad para hacerlo, y hagamos saber al mundo que el proyecto
de hegemonía comunicacional anunciado por el entonces Ministro de
Información y Comunicaciones  Andrés Izarra y ratificado por el
Presidente, está a punto de concretarse.

A partir de ese momento se habrá silenciado toda forma de protesta en
Venezuela y se habrá callado y eliminado toda disidencia, toda
dirigencia política no autorizada, todo tipo de organización sindical,
civil, profesional, popular que pretenda preservar la mas mínima
independencia del poder absoluto del régimen.

A partir de ese momento ya no habrá presos políticos, como tenemos
ahora en número cada vez más preocupante, sino desaparecidos, como nos
enseña la trágica experiencia de Argentina y Chile. Ya no habrá
cárceles, sino centros de educación ideológica como en la Unión
Soviética y China. Ya no habrá juicios, sino ejecuciones sumarísimas,
como nos notificó orgullosamente el dictador Fidel Castro, haciendo
referencia a uno de los tantos procesos de eliminación de toda forma
de disidencia política, en ese "mar de la felicidad" que se llama
Cuba.

Concientes de los planes que tiene este régimen, nosotros los
venezolanos podemos aceptar que el señor Zapatero y el rey Juan
Carlos, reciban cordialmente al Presidente Chávez con miras a
facilitar conspicuos negocios entre la empresa española Repsol y la
bolivariana PDVSA. Entendemos y añoramos un Jefe de Gobierno que
conciba como propia y prioritaria la función de asegurar más puestos
de trabajo para sus ciudadanos.

Lo que no podremos aceptar nunca, y para esto el sentido de esta
Notificación Oficial, es que el señor Zapatero diga, dentro de 10, 20
o 30 años: ¡No sabíamos con quién estábamos negociando! ¡Quién lo
hubiera sospechado! o un más diplomático: ¡Teníamos alguna sospecha
pero había tan poca información!

No señor Zapatero, usted, como el señor Insulza, o la ONU, la OEA, el
Presidente Obama y su Secretaria de Estado, o los gobernantes de
Francia, Italia o Brasil, están todos oficialmente notificados de que,
en Venezuela, han cerrado en un solo día 32 emisoras de radio y se
preparan para cerrar 208 mas en la predecible continuación del proceso
de eliminación radical de toda libertad de expresión, proceso que se
inició el 27 de Mayo de 2007 con el cierre de RCTV y que incluye la
amenaza constante y la criminalización continua de cualquier medio que
sostenga una línea editorial independiente.

Esta criminalización produce una autocensura que, si no fuera tan
grave, daría risa. Globovisión es perseguida, entre otras cosas, por
informar sobre un movimiento sísmico, dije sísmico no político, de 5,4
de magnitud en la escala de Richter, ocurrido en meses pasados,
movimiento sísmico imposible de ocultar pues fue percibido por la
mayoría de la población. 

A pesar de su indudable independencia
informativa, que los protege de cualquier forma de indigna
autocensura, esta persecución ocasionó que, hace unos días, en ocasión
de otro movimiento sísmico aún mas fuerte, que produjo daños
materiales y victimas, la periodista que relataba las noticias en vivo
y directo, se encontrara en serias dificultades para informar lo que
estaba ocurriendo en ese momento, sin mencionar las palabras temblor,
sismo o terremoto.

 Todos, público y reportera, veíamos y sentíamos los
movimientos, pero nadie se atrevía a llamarlos por su nombre, hasta
que el organismo oficial decretara oficialmente que había ocurrido un
temblor.

Esto es sólo una muestra de lo que pasa en Venezuela. Si las personas
y los organismos que acabo de mencionar, quieren seguir escudándose en
la zona cómoda que les proporciona la aparente legitimidad del régimen
del Teniente Coronel Chávez Frías, y bajo dicha legitimidad pretenden
justificar u obviar este cierre masivo de medios, nunca antes visto en
país alguno, lamentamos mucho hacérselo mas difícil proporcionándoles
evidencias de que en Venezuela, no existe Separación de Poderes, ni
Estado de Derecho, así como tampoco se respetan los Derechos Humanos
de los venezolanos, y por lo tanto ni el régimen es legítimo ni
estamos en Democracia, ni tienen forma de justificar nada. Están
negociando, compartiendo y son cómplices de un dictador.
Lo que ocurra
de ahora en adelante es también responsabilidad de esas personalidades
y organismos.

Para mas evidencia deben saber que, días antes al cierre de esas 32
emisoras de radio por parte del Teniente Diosdado Cabello, la Fiscal
General Luisa Ortega Díaz, cabeza del Ministerio Publico que según el
artículo 285 de la Constitución venezolana tiene la función de
garantizar el respeto de los Derechos y Garantías Constitucionales,
además de los tratados, convenios y acuerdos internacionales del cual
sea parte la Republica en los procesos judiciales, presentó ante la
Asamblea nacional, siguiendo instrucciones Públicas y notorias del
Presidente de la República, una propuesta legislativa, llamada Ley de
Delitos Mediáticos, tal vez el instrumento con mas vocación
totalitaria y represiva, jamás formulado en la historia de
Latinoamérica.

Al hacerlo no sólo violó la Constitución venezolana sino el principio
universal de la teoría de la Separación de los Poderes Públicos que
considera que el Ministerio Público “No tiene facultades de iniciativa
normativa, más allá de sus funciones internas para la aplicación del
derecho, por lo que no es parte de la función legislativa
”.

El hecho de que, ante la protesta unánime de venezolanos de todas las
tendencias, este proyecto de Ley no haya sido discutido por la
Asamblea Nacional, "por ahora", no disminuye la gravedad del hecho de
que La Fiscalía, al seguir públicamente instrucciones del Jefe de
Estado, demostró su dependencia y supeditación al mismo, en contra de
lo establecido por la Constitución y, al presentar esa ley formulada
para reprimir los medios de comunicación, automáticamente se
descalifica para actuar objetivamente en cualquier materia que competa
a estos.

Como si esto fuera poco, días después la misma Fiscal, tratando de
justificar la desmedida represión por parte de las fuerzas del orden
Público a estudiantes, trabajadores, profesores, padres y
representantes que participaban en una manifestación pacífica en
contra de la nueva ley Orgánica  de Educación,  declaró lo siguiente y
cito textualmente: “estas conductas (refiriéndose a las
manifestaciones)  que están asumiendo algunas personas, esto es
Rebelión Civil” y continua: “ leo el articulo 143: serán castigados
con presidio de 12 a 24 años los que se alcen públicamente en actitud
hostil contra el Gobierno legítimamente constituido”.

Para la Fiscal General de la República, tal como lo refleja su
Proyecto de Ley que no ha sido aprobado pero guía evidentemente sus
actuaciones, toda manifestación pacífica y toda disidencia son una
rebelión civil, negando así el derecho a la protesta consagrado en la
Constitución Nacional de Venezuela. Esta es la Fiscal General de la
Republica Bolivariana de Venezuela,  este es el funcionario que,
rigiéndose por el principio de objetividad e imparcialidad en el
ejercicio de sus facultades, debería velar únicamente por la correcta
aplicación del Derecho y la defensa de la Constitución, con la
obligación de investigar con igual celo no sólo los antecedentes que
permiten sustentar la persecución y acusación, sino también los
antecedentes que permitan apoyar la defensa del imputado.

Pero su actuación no es un caso aislado, en estas mismas
manifestaciones, un hoy tristemente célebre Coronel Benavides arengaba
a las fuerzas del orden público, a las que se les había impartido la
orden ilegal de reprimir violentamente a los manifestantes,
ordenándole a un soldado: “Proceda a quitarme a la periodista”, la
cual armada de su micrófono, constituía al parecer una seria amenaza
para el militar, mientras este hacía proselitismo político, violando
así el principio de no beligerancia de la Fuerza Armada establecido en
la Constitución y actuando como parte de un órgano represivo ilegal al
servicio de una personalidad, un partido y una ideología.

Nada de esto es de extrañar. Todos los días, a pesar de que la mayoría
de los venezolanos rechazamos la propuesta de reforma de la
Constitución presentada por el Presidente de la República, Teniente
Coronel Hugo Chávez Frías, que pretendía consagrar el socialismo como
doctrina única del Estado venezolano, ese funcionario publico que
debería actuar como Presidente de todos los venezolanos, en pleno
ejercicio de su cargo y no de su militancia política, amenaza
públicamente de muerte a la mayoría de los venezolanos al pronunciar
el lema “Patria Socialismo o Muerte” y esa amenaza de muerte está
dirigida, notoria y públicamente a la mayoría de los venezolanos los
cuales rechazamos la reforma constitucional.

Los venezolanos estamos dispuestos a resistir y a oponernos  con todas
nuestras fuerzas y convicciones democráticas a la implantación de este
régimen y lograremos detenerlo. Esa resistencia debería contar con el
apoyo de todos los latinoamericanos, puesto que este proyecto
totalitario tiene vocación imperialista. Del apoyo del resto del mundo
no nos hacemos muchas ilusiones. La experiencia de Cuba, cuando
fallezca el Dictador, producirá nuevos y extemporáneos asombros e
inútiles golpes de pecho, aun cuándo la represión a la que está
sometido el pueblo cubano desde hace mas de 5 décadas, no llame a
engaño a nadie. En Cuba la gente está silenciada y la mentira es la
verdad oficial, tal como quieren hacer en Venezuela.

Ahora cuando el Teniente Coronel Chávez Frías anuncia vientos de
guerra y endeuda a Venezuela en miles de millones de dólares y euros
para lanzarse en una loca carrera armamentista, que no presagia nada
bueno para América Latina, es oportuno recordar la "advertencia a
Occidente" formulada por el escritor y perseguido político Alexander
Solzhenitsyn, cuando dio la magnitud de la represión y de las victimas
del régimen comunista:

“Puedo dar la cantidad de pérdidas humanas inmediatamente: SESENTA Y
SEIS MILLONES DE MUERTOS. Estas son las pérdidas humanas en Rusia como
resultado del experimento socialista: SESENTA Y SEIS MILLONES DE
PERSONAS.

¿Con la guerra? (preguntó el periodista)

No, sin la guerra, o sea descontando las pérdidas de la Segunda Guerra
Mundial. Repito, desde 1917 hasta nuestros días las pérdidas ascienden
a SESENTA Y SEIS MILLONES DE SERES HUMANOS”. *

Señoras y señores, este es el modelo que guía los pasos del presidente
Chávez, no sólo para Venezuela sino para América Latina. Este proyecto
dictatorial de corte militar y comunista necesita callar a los medios
para que la represión no tenga límites ni sea conocida, sino dentro de
muchos años. Nosotros y ustedes estamos en primera fila. El mundo está
oficialmente notificado.

Marcel Granier ante la SIP,

*Alexander Solzhenitsyn, Advertencia a Occidente, p. 254.